01/11/2019
NOTICIA. En las elecciones presidenciales celebradas el 27/10/2019 en Argentina, Alberto Fernández (Argentina) obtuvo la victoria en la primera vuelta electoral.
Comentario
El péndulo político Latinoamericano
Desde el final de las dictaduras militares, Latinoamérica se
mueve en un péndulo político entre izquierda y derecha. En la última década del
siglo XX, los partidos derechistas neoliberales gobernaron en la mayoría de las
naciones latinoamericanas; en la primera década del presente siglo los partidos
de izquierda alcanzarían el gobierno en Brasil, Bolivia, Venezuela, Ecuador, Argentina
y Uruguay; en la presente década, tras la crisis económica del 2008, los
partidos neoliberales de derecha, retornarían al poder en Brasil, Argentina y
Ecuador, y ahora a las puertas de la tercera década del siglo, de nuevo, la
izquierda vuelve al gobierno en Argentina, y en México gobierna desde el año
pasado.
A lo largo del mes de octubre los gobiernos neoliberales en
Ecuador y Chile se han visto sacudidos por masivas movilizaciones populares en
respuesta a sus medidas económicas antisociales, duramente reprimidas por estos
gobiernos y que han dejado un saldo de decenas muertos.
A diferencia de los países desarrollados, donde las políticas
entre los partidos de derechas e izquierdas son muy parecidas, en Latinoamérica,
las diferencias entre izquierda y derecha son abismales.
En los países desarrollados los partidos de izquierda y
derecha se desenvuelven en el marco de las políticas económicas marcadas por la
elite financiera representada en los bancos centrales, y en política exterior
por las políticas marcadas por la OTAN de la que consensuadamente liberales y
socialdemócratas forman parte. Este consenso fue alcanzado en los años
posteriores a la Segunda Guerra Mundial como prevención ante el avance de los
partidos comunistas, y se sustenta en una importante base social formada por
las clases medias que constituyen la principal locomotora del consumo económico
mundial. En los últimos años estas clases sociales están experimentando una
deriva hacia posiciones xenófobas al sentirse amenazadas en su estatus
económico y cultural por la afluencia
masiva de inmigrantes de los países en desarrollo.
En Latinoamérica el paradigma social, económico y político es
radicalmente diferente. Secularmente la propiedad de los recursos económicos ha
estado en manos de oligarquías, mientras la mayoría de la población vive en
economías de autoconsumo y en el sector informal en las grandes ciudades. Las
oligarquías latinoamericanas no solamente
han perpetuado a sus países en la dependencia de ser meros
suministradores de materias primas, sino que ellas mismas políticamente han
pasado a ser dependientes de los países desarrollados, principalmente de EEUU.
La tradición de los partidos de la derecha latinoamericana ha
sido y es gobernar para los intereses de estas oligarquías, dejando excluida a
la mayoría de la población. Los partidos de izquierda que han llegado al
gobierno han querido romper el paradigma neoliberal-oligárquico, con la
nacionalización de los recursos naturales y la implementación de políticas
redistributivas de la riqueza; sin embargo, hasta ahora, ni unos ni otros han
podido superar el modelo económico de la dependencia de basar el grueso de su
economía en ser suministradores de materias de las potencias económicas.
En política exterior las diferencias entre la derecha y la
izquierda latinoamericana son también inconciliables. En los gobiernos de
derechas la sumisión a la tutela estadounidense, que es quien les dicta su
política exterior, forma parte de su idiosincrasia política, por el contrario, lo
gobiernos de izquierdas se caracterizan por su apego al soberanismo y por
la unión de las naciones latinoamericanas, cuestiones ambas que chocan
frontalmente con los intereses neocoloniales de EEUU, que le ha llevado a
promover en alianza con las oligarquías regionales numerosos golpes de Estado.
Tras la llegada al poder de los partidos de derechas en
Argentina (10/11/2015) y Brasil (01/01/2019) la izquierda latinoamericana
sufrió un duro revés, pero con el ascenso al gobierno de la izquierda en México,
y su retorno en Argentina se abre de nuevo una senda de esperanza para
Latinoamérica en la recuperación de la dignidad como naciones y la
revitalización de los proyectos para la integración económica y política
regional en favor de la modernización del continente.
Objetivamente, el avance en el desarrollo económico soberano
de las naciones latinoamericanas solamente puede venir de los partidos de
izquierda, sin embargo, la consolidación de los avances de la izquierda
latinoamericana depende a su vez de los avances en la conciencia política. La
victoria en las elecciones presidenciales del candidato derechista y apátrida
Jair Bolsonaro en Brasil, y la incertidumbre política en la que se ha sumido
Bolivia tras las elecciones del 20/10/2019, muestran la volatilidad que puede
experimentar la conciencia política ciudadana.
El arma principal de la derecha en la conformación de la
conciencia política son los medios de comunicación de ideología neoliberal, mientras
que en la izquierda se consolida principalmente con la creación de numerosas
organizaciones de base orientadas al cambio político social.
En el futuro, la posibilidad de poner fin al péndulo político
latinoamericano de la lucha de clases en favor de las fuerzas que representan
el progreso social y la dignidad nacional va a depender no solamente de los
avances económicos que pueda protagonizar en su gobernabilidad la izquierda
sino de su capacidad en promover una conciencia política popular mayoritaria
resiliente.