Agosto 2022

 04/08/2022

NOTICIA

La República Popular de China (RPCh) anunció la realización de maniobras militares alrededor de la Republica China (Taiwán) entre el 04/08/ y el 07/08/2022.

 

Nueva etapa en la relaciones entre la República Popular de China y la República China (Taiwán) y EEUU a Partir del 03/08/2022.


La República de China (Taiwán), no tiene ningún reconocimiento internacional como tal, incluido EEUU. Su constitución es un anacronismo que se erige en representante de toda China, incluso en su Artículo 26 que trata sobre los delegados a la Asamblea Nacional, en los apartados: 2 y 3, establece representantes espaciales para Mongolia, y Tíbet.

2. Los delegados que representen a Mongolia serán elegidos sobre la base de cuatro para cada Liga y uno por cada Banner Especial;

3. El número de delegados que se elegirán del Tíbet será determinado por ley;

Taiwán es una región sin una constitución valida, y sus representantes electos la ignoran, sin embargo, la visita oficial de la Presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Nancy Pelosi, a Taipei y su reunión con los representantes de la isla sin que el gobierno estadounidense lo desautorizara, supuso de facto  un reconocimiento por parte de EEUU de esta anacrónica república.

Así lo interpretaron las autoridades Chinas, tras años de llamamientos a los sucesivos gobiernos de EEUU de que cesaran en sus injerencias en Taiwán, y se apegaran a los acuerdos suscritos con China del reconocimiento de una Sola China, cuyo gobierno constitucional y legítimo es el de la RPCh.

No obstante, la administración demócrata estadounidense ha forzado desde su llegada al gobierno sus injerencias en la política de Taiwán. La visita oficial de una de las máximas representantes de EEUU, ha supuesto para China cruzar una línea roja que no está dispuesta a admitir.

Al término de la visita de Nancy Pelosi a Taiwán, el Ejército Popular de la RPCh a iniciado una serie de maniobras militares para un control total del perímetro de la isla entre el 04/08/ y 07/08/2022.

 


Fuente: Xinhua. Elaboración propia

EEUU, con sus acciones injerencistas en progresión ascendente, ha estado probando el grado real de determinación de China para enfrentarse a EEUU. Hasta ahora, en el asunto de Taiwán, la respuesta china ha sido solo verbal, cuestión que a los dirigentes estadounidenses les parecía un signo de debilidad maquillada con retórica.

La visita de Pelosi ha sido la última vuelta de tuerca, y la relación de China con EEUU ha entrado en una nueva fase, en la que la cuestión de Taiwán estará excluida por completo.

De momento no se ha producido ningún incidente armado, y EEUU y las autoridades actuales de Taiwán, han parado todas sus actividades militares áreas y marítimas en torno a Taiwán, puesto que son conscientes de que China está esperando cualquier error para iniciar una confrontación armada que ponga fin de una vez por todas el acoso estadounidense.

El bloqueo militar a la isla sin respuesta militar muestra a China que EEUU no está preparado para la confrontación y, por ello, tras las maniobras militares, China seguirá ejerciendo un control aéreo y marítimo sobre la isla para siempre.

EEUU en sus relaciones con China y con Rusia está llegando a su techo. Desde un punto de vista cortoplacista se puede pensar que EEUU tiene poco que ganar con el enfrentamiento con China y Rusia, pero existen dirigentes en EEUU que piensan que la confrontación desde el punto de vista estratégico de rendir a estas dos potencias viene incluso con retraso, pues el poderío de China y Rusia aumentan con el paso del tiempo, y la espera solo aumenta la desventaja estadounidense.

Primero con Rusia, ahora con China, y contra ambos a la vez,  EEUU continuará en la misma línea, es difícil predecir cuanto tiempo, tal vez hasta que la mayoría de la ciudadanía estadounidense y occidental cambie su punto de vista neocolonial de supremacía política global que le otorga el derecho a regir el destino de otras naciones, y que ahora lo perpetúa una gerontocracia política en EEUU.

Las relaciones internacionales han entrado en una etapa de reinicio de lineamientos más activos, entre el mundo occidental liderado por EEUU, y los BRICS y la mayoría de los países en desarrollo que, tras la parálisis económica occidental, se irán inclinando hacia una relación más estrecha con los países emergentes que progresivamente aumentan su participación en el PIB mundial.