26/07/2018
NOTICIA. El 26/07/2018 se celebró, en
el marco de la 10ª Cumbre de los BRICS en Johannesburgo, el Foro Empresarial de los BRICS.
Comentario
Los
proyectos globales sobre el porvenir de la economía mundo
En la 10ª Cumbre de los BRICS
realizada del 25 al 27 de julio en el Centro de Convenciones de Sandton, en
Johannesburgo (Sudáfrica) bajo el lema "Colaboración para el Crecimiento Inclusivo y la Prosperidad Compartida
en la Cuarta Revolución Industrial", mil delegados de Brasil, Rusia,
la India, China y Sudáfrica constituyeron el Foro Empresarial de los BRICS. Los
participantes deliberaron sobre las políticas comerciales y las implicaciones
para los países miembros del BRICS del impacto de la IV Revolución Industrial
en el crecimiento y en la políticas económicas a seguir.
Durante el foro, el presidente
sudafricano Cyril Ramaphosa manifestó que tras una década desde la fundación de
la asociación BRICS, la cooperación dentro del BRICS ha ganado impulso en
ámbitos como finanzas, agricultura, comercio, combate a los delitos
transnacionales, ciencia, tecnología, salud, educación, seguridad y diálogo
académico, lo cual permite diseñar una agenda ambiciosa para hacer uso de los
beneficios de la globalización y confrontar los desafíos que presenta.
El presidente de China, Xi
Jinping, en un discurso bajo el enunciado "Adaptarse a la corriente de los tiempos para lograr el desarrollo común"
expresó la visión que la dirigencia de China tiene sobre los cambios futuros
que esperan a la economía mundial en la próxima década, en la cual, los nuevos
motores del crecimiento global sustentados en la nueva revolución industrial científico
- tecnológica, caracterizadas por la inteligencia artificial, los macrodatos,
la información cuántica y la biotecnología, remplazaran progresivamente el lugar
de los viejos, lo que producirá importantes cambios en el modelo productivo y
financiero global, y en el trabajo y la vida de las personas.
Destacaría que los mercados
emergentes y los países en desarrollo ya contribuyen con el 80% al crecimiento
económico mundial y representan en PIB-PPA el 40% de la producción económica
global. "Si crecen a las tasas
actuales, estos países verán que su producción económica se acercará a la mitad
del total mundial en una década". "El despegue colectivo de los mercados emergentes y de los países en
desarrollo es imparable y hará que el desarrollo global sea más equilibrado, que
la paz global como requisito imprescindible para el desarrollo tenga una base
más firme y la multipolaridad avance
como eje de las relaciones internacionales".
En contraposición, destacaría
que esta nueva tendencia histórica está creando fuerzas de resistencia a los cambios, que provocan que el avance hacia la
multipolaridad y hacia una mayor globalización e integración económica se
produzca en medio de reveses.
"La comunidad internacional ha llegado a una nueva encrucijada y nos
encontramos ante la decisión de elegir entre la cooperación y la confrontación,
entre la apertura y una política de puerta cerrada y entre el beneficio mutuo y
un enfoque de echar los males sobre otros".
"Nosotros, los países del BRICS, debemos mantenernos al tanto de la
tendencia histórica, aprovechar las oportunidades de desarrollo, enfrentar
conjuntamente los desafíos y
desempeñar un papel constructivo en la construcción de un nuevo tipo de
relaciones internacionales y de una comunidad de destino de la humanidad".
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La importancia del discurso de
Xi Jinping radica en que ha sido preciso en el diagnostico de la coyuntura en la
que se encuentra la economía global y en la definición del camino que los
países emergentes y en desarrollo deben seguir para lograr su prosperidad. En
la actualidad, EEUU y China son quienes tienen una concepción
global más clara sobre cual debe ser el porvenir de la economía mundo.
-EEUU apostando por preservar su
hegemonía económica y financiera mundial basada en la perpetuación del modelo neocolonial por el que los beneficios
económicos revierten principalmente en el centro
desarrollado y los países en desarrollo deben perpetuarse en el atraso,
para no eclipsar económicamente al centro
desarrollado, tal y como lo definió acertadamente en 1991 el economista y sociólogo alemán Andre Gunder Frank en su obra: El subdesarrollo del desarrollo.
-China impulsando un crecimiento económico compartido con los países emergentes y en desarrollo a través de
acuerdos para la creación de infraestructuras y la promoción del conocimiento
en ciencia y tecnología, en el que los beneficios revierten principalmente en
los países en desarrollo donde se realiza la inversión.
El desarrollo avanza superando cuellos de botella, que lo ahogan en los
respectivos países en desarrollo, uno de ellos, quizás el principal, es la
falta de infraestructuras. En el modelo neocolonial,
las infraestructuras solamente se desarrollan en función de los intereses del centro económico desarrollado, como es
la extracción de materias primas. La superación de este modelo, pasa por la
implementación de infraestructuras viales, ferroviarias, marítimas, económicas
y de servicios en sanidad y educación, que permitan el desarrollo integral de la nación. En algunos países
de África este cuello de botella se
está superando. Los viejos ferrocarriles heredados de la época de la
explotación colonial europea, están siendo sustituidos por modernas vías
ferroviarias debido a la colaboración de China. La superación de un cuello de botella de estas
características permite situar el crecimiento económico en un nuevo nivel de
desarrollo, del que escalar al siguiente. En la actual visita de Xi Jinping a
Johannesburgo, el gobierno chino y Sudafricano suscribieron compromisos de
inversiones en Sudáfrica por valor de 14.000 millones de dólares, orientadas a
infraestructuras, economía oceánica, economía verde, ciencia y tecnología,
agricultura, medio ambiente y finanzas.
El empuje de China se produce no
solamente porque con la promoción del mundo en desarrollo está asegurándose
mercados futuros que pueden complementar o llegar a reemplazar a los vigentes de lo países desarrollados, sino por sus crecientes avances en ciencia y
tecnología, que le está permitiendo avanzar notablemente en la productividad de
sus procesos de producción, y aunque la misma es todavía inferior a la de los
países más industrializados, al partir de unos salarios más bajos,
cada mejora en la productividad le permite incrementar el poder adquisitivo de
las clases trabajadoras lo cual estimula el consumo interno, a la vez que mantiene
un nivel más competitivo en la relación calidad precio de su productos
manufacturados que el de sus competidores de los países desarrollados.
Esta mejora diferencial en la productividad respecto de los países
desarrollados es la que está invirtiendo la ventaja en el intercambio comercial
que había sido patrimonio de las potencias industriales, y los sectores
industriales estadounidenses están viendo peligrar su futuro industrial, lo que
ha derivado en el recurso al proteccionismo como modo de preservar los sectores
claves de su industria.
Sin embargo, el proteccionismo
solamente podría asegurar el liderazgo económico mundial de EEUU en las
próximas décadas si el resto de naciones no prosperasen económicamente, o lo
hiciesen muy por debajo de EEUU, y eso en el actual estadio de la economía mundial resulta altamente
improbable, aunque EEUU proseguirá con su guerra económica destructiva, para
impedir la prosperidad de los países en desarrollo que no se someten a su
tutela. Para ello, el principal soporte y aliado que tiene EEUU en los países en desarrollo son las oligarquías
apátridas que anteponen sus seculares privilegios a las necesidades de la
población, tal y como sucede en América Latina, promoviendo y apoyando la
inestabilidad cuando estas oligarquías son desplazadas del poder político. En
el continente africano apoyando las tendencias tribales como forma de impedir
que se constituyan Estados Nación o de erosionar los mismos, como sucedió en
Libia, lo cual también es extensible a otras partes del mundo como el Medio
Oriente.
En esta guerra comercial y de
desestabilización política, las potencias emergentes tendrán que orientarse a
buscar un desarrollo compartido como
complemento o sustitución de su dependencia de las sociedades de consumo
desarrolladas. China es la más capacitada para influir en la marcha de la
economía mundial, no solamente por su potencia y dinamismo económico sino
porque el ideario de su dirigencia responde a la materialización de un proyecto global de alcanzar una civilización global fraternal de destino compartido y prosperidad común con
todas las naciones del mundo.
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16/07/2018
NOTICIA. El encuentro el 16/07/2018, en Helsinki, entre Vladímir Putin
y Donald Trump, se salda con una visión optimista por ambas partes
Comentario
Rusia,
Estados Unidos, una difícil relación
El encuentro el 16/07/2018, en Helsinki, entre Vladímir Putin
y Donald Trump, a pesar de que no se establecieron acuerdos concretos, concluyó
en un ambiente positivo y con la voluntad de proseguir los mismos en el
objetivo de llegar a una normalización de las relaciones.
Es evidente que la reunión en si
misma ha sido una noticia positiva e importante. Como era de esperar, el
encuentro formal en Helsinki entre ambos mandatarios, realizado con
una agenda abierta, no estaba encaminado a llegar a acuerdos sino como una reunión exploratoria para conocer de
primera mano los puntos de vista respectivos de ambas potencias en el plano
internacional y en los temas más conflictivos entre ambas naciones.
El buen tono y cordialidad en la
que se ha celebrado la reunión puede abrir las puertas a una normalización de
las relaciones, aunque la recuperación de la confianza será gradual y tendrá
que venir avalada con hechos concretos.
La confianza entre potencias es
difícil alcanzarla y fácil perderla. En el caso de Rusia y EEUU, bastó un solo
día para perderla, con el golpe de Estado en Ucrania el 23/02/2014, calificado
por la OTAN como "revolución", y que desencadenó una serie de
acontecimientos que sumió a Ucrania en una Guerra Civil de Secesión que
arruinaría la relación entre Rusia y los países de la OTAN. Ahora el intento de
una normalización de las relaciones entre Rusia y EEUU parte de bases muy
frágiles.
EEUU es una potencia que está
acostumbrada a imponer sus puntos de vista e intereses incluso a maltratar a
sus interlocutores como sucedió en la última reunión con sus socios del G7 en
Canadá y en la reciente reunión con sus aliados de la OTAN en Bruselas, en las
que Donald Trump no tuvo reparo en usar acusaciones y calificativos en tono despectivo hacia sus
aliados, pero EEUU sabe, que en el caso de Rusia bajo el liderazgo de Putin,
solamente es posible avanzar en la normalización de las relaciones si las
mismas están basadas en una educada cordialidad y en la consideración de una
relación entre iguales.
La normalización de las
relaciones debieran pasar por la consideración de que no va a ver nuevas
sanciones por parte de EEUU, pues si las hubiera de nuevo las relaciones podrían
volver a la situación previa al encuentro del Helsinki.
En el caso de las reiteradas
acusaciones que se vienen realizado sistemáticamente contra Rusia sin aportar
pruebas concluyentes, como han sido principalmente en los últimos años: la
participación directa de Rusia en la guerra que las repúblicas del Donbass
libran contra Kiev; la implicación en el derribo del vuelo MH017 en julio del
año 2014; su supuesta injerencia en las elecciones presidenciales de EEUU en el
año 2016, y su responsabilidad en el envenenamiento en Londres con Novichok del
exespía ruso Sergei Skripal y su hija Yulia, la recuperación de la confianza
debiera venir de la disposición de ambas partes a verificar conjuntamente estos
hechos cuestión que hasta ahora los países de la OTAN han venido negándose a
pesar de los reiterados llamamientos de Rusia a participar en las comisiones de
investigación correspondientes, una actitud poco constructiva por parte de la
OTAN si realmente se quisiera que se sepa la verdad.
Desde el punto de vista de la
seguridad y la paz entre potencias, lo más importante sería la vuelta a la
senda de los tratados sobre limitaciones de armamento, y la no militarización del
espacio exterior.
En varias ocasiones Vladímir
Putin ha manifestado sus dudas sobre la competencia en temas internacionales de
sus homólogos europeos por su dependencia y vasallaje de EEUU, y ha abogado en función
de la eficacia tratarlos directamente con EEUU. Ahora la cumbre de Helsinki ha
abierto esa oportunidad que no debiera ser desperdiciada.
La experiencia histórica
demuestra que en política internacional la confianza tiene la fragilidad de un
vaso de cristal, se puede romper en un segundo pero su restauración siempre
será muy laboriosa.
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02/07/2018
NOTICIA. López Obrador se impone en las
elecciones presidenciales de México
Comentario
México.
Hacia una nueva época
El 01/07/2018,
con un 61% de participación de los 89 millones de mexicanos convocados a las
urnas México eligió a su presidente, a ocho gobernadores, al jefe de gobierno
de Ciudad de México, a 500 diputados federales, 128 senadores, y otros cargos
públicos, entre ellos 972 diputados locales y 1.597 alcaldes.
Andrés Manuel López Obrador conocido por sus siglas AMLO
apoyado por la coalición "Juntos
Haremos Historia", alcanzó la presidencia de México al obtener según
un conteo rápido oficial de la Comisión Electoral el 53% de los votos.
López Obrador,
en su mítines de campaña, iniciada el 30/03/2018, y en su primer
discurso tras ganar la Presidencia se ha revelado como un político con
determinación para llevar adelante su programa de pacificación de la sociedad
mexicana, poner freno a la corrupción y mejorar la vida de las clases
populares. "Nuestra victoria no
surge de repente ni brota únicamente del malestar que provocó el régimen
autoritario, sino que es producto "de la siembra de ideas" y de la
perseverancia. "No les voy a fallar, soy un hombre de convicciones y
principios". En las relaciones internacionales se ha comprometido a
mantener unas relaciones cordiales y fructíferas con todos los países del
mundo. "La globalidad no debe
significar guerra ni hegemonía sino fraternidad y cooperación entre los pueblos
y los Estados". En el caso particular con Estados Unidos se ha
mostrado dispuesto a dialogar para llegar acuerdos "Por geopolítica, vecindad, amistad, economía, comercio, migración y
cultura estamos obligados a entendernos y a caminar juntos".
El triunfo de López Obrador como
nuevo Presidente de México es el resultado de la expresión popular mayoritaria
de iniciar una profunda transformación política, económica y social. No será
una tarea fácil, como nunca lo ha sido cuando los cambios políticos pueden cuestionar
los intereses fundamentales de arraigados poderes fácticos.
En los partidos tradicionales
mexicanos que se han alternado en el poder, su acción política se ha atenido
casi exclusivamente al parlamentarismo y han gobernado dentro del marco de los
intereses de los sectores corruptos de funcionarios del Estado estrechamente
unidos a las oligarquías económicas y financieras y el narcotráfico, que a su
vez controlan los grandes medios de comunicación.
La voluntad de López Obrador de
iniciar una era de transformaciones en México parece inquebrantable y su
compromiso moral incuestionable. Sin embargo, el camino está por trazar, y las
transformaciones económicas y sociales que demanda la sociedad mexicana y que
han conformado el programa electoral de la coalición "Juntos Haremos Historia", inevitablemente van a
cuestionar en gran medida los intereses de los grupos de poder tradicionales de México.
La lucha contra la corrupción
tendrá enfrente a amplios sectores de funcionarios del aparato del Estado; la
lucha contra el narcotráfico y la violencia se enfrentará a los cárteles de la
droga; los cambios económicos para detraer recursos para aliviar la pobreza
tendrá la oposición de quienes concentran la riqueza, y la recuperación patriótica de
México no será del agrado de EEUU.
López Obrador ya ha manifestado
que su metodología de gobierno se basará en el pacifismo y el diálogo con todas
las fuerzas políticas y económicas implicadas, pero que ello sea así no depende
solamente de sus intenciones sino también de los poderes con los que
tendrá que negociar, quienes, como ya lo están haciendo en otros países de
América Latina, si ven en riesgo sus intereses no dudaran en imponer la vía de la confrontación y la violencia
a través de sus agentes políticos, económicos y mediáticos.
Al final, el resultado es la
vieja lucha en Latinoamérica entre revolución y contrarrevolución cuando un
presidente ha pretendido aplicar un programa que, por favorecer a las clases
populares y enarbolar la bandera de la soberanía, se ha opuesto a los intereses
de las oligarquías nacionales y a los EEUU. El derrocamiento de Salvador Allende
en Chile en 1973, y el encarcelamiento de Lula da Silva en Brasil en 2018, son
dos ejemplos que muestra con métodos
diferentes la capacidad reaccionaria de estos poderes.
Es probable que los sectores económicos y políticos que han visto con desconfianza la victoria electoral de la coalición "Juntos Haremos Historia", dejen un periodo de margen para comprobar el temple político de López Obrador,
en el que verificarán si actúa como sus predecesores incumpliendo sus promesas
electorales y plegándose a sus intereses, o por el contrario, se mantiene firme
en sus compromisos políticos, en cuyo caso, los cambios en México podrían
entrar en un periodo de turbulencia políticas.
El capital político más
importante del Presidente López Obrador y del movimiento Juntos Haremos Historia, es no solamente
su apoyo electoral sino la capacidad de movilización de amplios sectores de la
sociedad. Cuando las sociedades demandan un cambio político profundo, la fuerza
del mismo no solamente se expresa en las preferencias electorales sino que se
caracteriza porque la ciudadanía está dispuesta a movilizarse por el mismo en
las calles y en cuantos foros sea necesario.
Este capital
político lo tiene actualmente el presidente López Obrador en una proporción que
no lo han tenido otros presidentes
mexicanos desde la Revolución de principios del siglo XX, pero a su vez la
historia posterior demuestra que quienes tuvieron este capital y lo
desperdiciaron se convirtieron en presa fácil de los poderes reaccionarios.
La lucha contra
la corrupción y la violencia es una lucha en principio moral, la sociedad tiene
que ver a los corruptos y violentos no como héroes sino como apestados
proscritos, y ello supone una movilización ciudadana continuada para cambiar
los corrompidos valores de décadas en la sociedad mexicana.
Las reformas
políticas y económicas también precisarán de la movilización popular si se
quiere evitar que prosperen los posibles planes desestabilizadores que puedan
surgir con su implementación.
México precisa
de una nueva revolución popular, pacífica y democrática, que sitúe a México en una nueva época de dignificación nacional,
prosperidad y paz.