Mayo 2012




29/05/2012

NOTICIA. El presidente del gobierno de España, Mariano Rajoy, negó que la banca española tenga en la mira un rescate de la Unión Europea (UE), tras la petición de Bankia de una inyección de 19.000 millones de euros de dinero público

Comentario

La Banca Española

La banca española, es decir, las entidades financieras con sede en España, con mayoría de accionistas españoles y con cuentas de resultados en España, se encuentran en una situación de insolvencia creciente que, en el caso de Bankia, ya ha devenido en la quiebra técnica, impedida en un última instancia por la acción del gobierno a través de aportar capital para hacer frente a los vencimientos impagables con los recursos de la propia entidad financiera.
El sector financiero español está dominado en su gestión por miembros de oligarquías familiares, que han priorizado durante décadas y particularmente en el periodo 1996-2008 un modelo de crecimiento económico sustentando en el desarrollo de la segunda residencia y de actividades de ocio basadas en grandes inversiones con un fuerte valor especulativo, por ejemplo, el valor del suelo, que productivamente apenas si tenía valor, podía representar ficticiamente hasta el 50% del valor de un inmueble.
Esta inflación del valor real, por no sustentarse en el coste de producción, representó a la postre una ficción de activos que los bancos más comprometidos con las actividades inmobiliarias incorporaban a sus cuentas de resultados. Tras la crisis del 2008, con la caída de la demanda efectiva de estos inmuebles, el valor del suelo pasó a su valor real cercano a cero, y el valor de un inmueble paso a valer el coste real de producción, o sea, perdió su valor especulativo, y gran parte de los activos de la banca española se devaluaron fuertemente.
Desde la crisis del 2008, la banca española ha venido justificando su solvencia al mantener en sus cuentas de resultados el valor de los activos inmobiliarios según el supuesto valor especulativo anterior a la crisis del 2008. Las auditorias realizadas con este criterio otorgaban a la banca española un valor de solvencia que progresivamente el valor del mercado se ha encargado de desmentir. De tal manera que el grueso del sector bancario español muy comprometido con la especulación del suelo ha visto reducir sus activos y, con ello, el valor de sus avales para su refinanciación, de tal manera, que la capacidad de recibir préstamos para la refinanciación de los préstamos ya vencidos se ha convertido en un imposible. Así, progresivamente la banca española está entrando en una fase donde le resulta muy difícil refinanciarse, acercándose a una situación en la que puede producirse un estallido de insolvencias.
La insolvencia bancaria, en la lógica neoliberal, como en cualquier otra empresa, debiera resolverse con una declaración de quiebra y la convocatoria de un concurso de acreedores, donde los acreedores preferentes se harían con los activos, y el resto quedaría sin cobrar, pero paradójicamente es el propio gobierno neoliberal del PP que hace ostentación de esta doctrina, quien no aplica sus propios principios y utiliza el poder político otorgado por la ciudadanía para hacer frente con recursos públicos a las deudas de las entidades financieras fallidas.
El caso de Bankia en España, puede ser la punta de un iceberg de la situación en la que pueden derivar la mayoría de las entidades financieras de España, no solamente porque al reducirse el valor real de sus activos les va a resultar cada vez más difícil refinanciarse, sino porque, debido al estancamiento económico, sus perspectivas de negocio a futuro del que detraer plusvalías son escasas.
Y si ya, para el gobierno español, con unos ingresos muy castigados por la disciplina fiscal impuesta desde Bruselas, le resulta muy costoso hacer frente a las deudas de Bankia, es imposible que lo pueda hacer si se suceden una cascada de insolvencias de otros grupos financieros más potentes como el Banco Santander o el BBVA en las franquicias con cuentas de resultados circunscritas a España.
Las declaraciones del gobierno español de que las inversiones en Bankia son recuperables y que son una inversión a futuro, no deja de ser retórica, pues estas palabras en ningún momento han venido avaladas, por imposibles, con planes de inversión de futuro de esa entidad de las que se pudieran detraer las plusvalías que compensasen la inversión.
Para la UE, el riesgo de la insolvencia de Grecia es comparativamente menor que el que representa España ante la crisis de su sistema financiero que puede ser un agujero negro que podría tragarse a las economías más prósperas de la UE, si la UE no implementa un cortafuegos, que debiera consistir en dejar quebrar a los bancos insolventes.
El inicio para una reestructuración de la situación financiera en España sería la nacionalización de la banca, pero no como tramposamente la presenta el gobierno del PP avalando, por ejemplo a Bankia, por un valor, que no responde al valor del mercado sino al que sus gestores dicen que tiene. La nacionalización de la banca debiera realizarse a partir de permitir la quiebra controlada de los bancos y que sus activos sean vendidos por los acreedores a su valor real de mercado en una puja abierta con otros actores financieros, entonces el Gobierno Español pagaría por Bankia o por otras entidades insolventes un coste muy inferior al que fijan sus administradores.
Es la mejor opción, la banca insolvente debe liquidarse, y el gobierno español debe actuar como un comprador más en puja abierta, y debido al valor estratégico del sector financiero asegurándose por ley una mayoría de las acciones. Esta es una solución que tal vez pueda interesar también a los grupos bancarios más solventes de la UE.
Lo que está haciendo el gobierno Español, es proteger los intereses familiares de una oligarquía financiera española, cuestión que no solo no interesa a la ciudadanía española sino tampoco a Bruselas. Se debe dejar caer, a la tumba que para si misma ha cavado, a la rapiñosa oligarquía financiera española.

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24/05/12

NOTICIA. La cumbre informal de la UE sobre el crecimiento profundiza las divisiones dentro de la UE

Comentario

La germanización de la UE

La cumbre informal celebrada por los máximos mandatarios de la UE para discutir el rumbo que deberá marcar la cumbre oficial prevista para finales de junio, se convirtió en una tormenta de ideas dispares en el contexto de un diálogo de sordos entre Alemania y otros países como Francia, España, Italia, Portugal y Grecia  que difieren de la tesis alemana de la austeridad para cuadrar las cuentas en un déficit próximo a cero en el corto plazo.
La crisis inmobiliaria del 2008 derivó en la quiebra de la banca occidental, rescatada coyunturalmente por los gobiernos con el dinero de los contribuyentes, pero, la cuestión más importante, y que Occidente no termina de asumir, es que la crisis iniciada en el 2008 representa la quiebra del modelo de crecimiento mundial por elevación de necesidades de una minoría de la población mundial representada en las clases medias con mayores recursos de los países desarrollados. Y, la quiebra de ese modelo de crecimiento, es la que está determinando la marcha de la economía y de la política de la UE.
La realidad de la economía europea es que la crisis ha hundido a los países que su estructura productiva se ha basado en el mercado inmobiliario como eslabón importante del modelo consumista. Estos son los casos de Grecia, España, Italia y Portugal, mientras que los países que su aparato productivo se sustenta en la innovación y producción industrial, cuyo máximo exponente es Alemania, han podido conectar con la demanda efectiva de los países emergentes y mantener un sector exportador activo.
El hundimiento del sistema productivo sobre el que se basó la especulación inmobiliaria, principalmente en Grecia, España y Portugal, está teniendo importantes consecuencias:
- Se está produciendo un fuerte incremento del desempleo.
- Con el paso del tiempo, ante la imposibilidad de que los grupos financieros de estos países puedan hacer negocio del que detraer plusvalías se aproximan a una nueva bancarrota.
- La financiación de los servicios de las administraciones públicas de estas naciones, por el riesgo que entraña para los prestamistas la devolución futura de los préstamos, éstos se realizan con altos tipos de interés.
- Anualmente el cumplimento de los gastos anuales presupuestados por los Estados y la caída progresiva a lo largo del año fiscal de los ingresos, ocasiona un déficit que intenta ser paliado recortando gastos sociales y subiendo impuestos, pero está política lleva a que progresivamente los impuestos sean más altos y los recortes sociales mayores, lo que hace que estos países se vayan empobreciendo.
El desastre económico del modelo de crecimiento anterior a la crisis del 2008 está cebándose con estos países, y el país más productivo y exportador como es Alemania no tiene capacidad para hacer frente a la crisis de los países del sur de la UE. La obsesión germana por acabar con el déficit solo cabe entenderse porque en un sistema de moneda único como es el euro, a la postre Alemania tendría que hacer frente a las deudas de los países más deficitarios.
Por otra parte, no se puede pasar por alto que la banca alemana, en el proceso de reestructuración financiera de la UE, tiene una oportunidad de oro, en el deterioro de las economías de los países del sur, para hacerse con el control financiero de estos países absorbiendo sus grupos financieros una vez que éstos hayan sido saneados por los Estados. Las últimas decisiones del gobierno español para separar los activos tóxicos inmobiliarios de la banca española responden a esas exigencias alemanas formuladas a través de BCE.
Hollande habla de estimular el crecimiento a través de recursos públicos, pero ¿Quién debería poner esos recursos públicos? Sin duda tendría que ser principalmente Alemania y, por otra parte, cabe hacerse también la pregunta ¿cómo se puede garantizar que el uso de los recursos públicos vaya a estimular el crecimiento económico cuando el modelo de crecimiento anterior al 2008 no es viable? Alemania entiende que el crecimiento económico se debe realizar principalmente estimulando las exportaciones para lo que su economía está muy preparada y exige a los países con una parte importante de su sistema productivo en quiebra como es el caso español con ingentes activos inmobiliarios inmovilizados que reactiven el sector exportador a través de mejorar su competitividad bajando los salarios.
Se puede pensar que en la penosa coyuntura por la que están pasando algunos países como Grecia y España, Alemania no es solidaria, tal vez no lo sea porque la clase política Alemana no se rige por el altruismo, pero tampoco podría serlo aunque lo quisiera pues teme que el relajamiento en las políticas de austeridad y la dedicación de dinero a un vago programa de crecimiento sea la tumba económica de Alemania, en esta posición no solamente está la canciller Merkel sino que los principales partidos alemanes de oposición, el Partido Socialdemócrata (SPD) y Los Verdes, se distanciaron de la propuesta del presidente francés, François Hollande, de emitir eurobonos. "Los eurobonos son deudas garantizadas por el conjunto y no van a existir en esa forma", declaró el jefe del grupo parlamentario verde, Jürgen Trittin, en declaraciones a la radioemisora Deutschlandfunk. Así pues, la germanización de la política económica de la UE es una realidad incuestionable para Alemania.
Las naciones del sur de la UE, incluida Francia no pueden esperar nada de Alemania que no sea la exigencia de la austeridad. Los pasos para combatir la germanización de la UE los tendrán que dar estos países de manera independiente y, solamente en la medida que tomen acciones propias, Alemania a la vista de las mismas tendrá que adecuar su política.
Es evidente que la germanización de la UE no es la construcción de una Europa Unida política y económicamente. La UE necesita una nueva reformulación pero la salvación del euro está vinculado inexorablemente a la germanización de la UE, por ello, tanto Francia, Italia, Grecia, Portugal y particularmente España debieran plantearse una readaptación de su situación al euro.
La mejor formula sería modificar el tratado de Lisboa e implementar coyunturalmente un sistema dual de monedas nacionales y Euro, al igual que lo tiene Gran Bretaña, ello les permitiría obtener un margen de maniobra en las políticas financieras, que si bien no sería la solución a sus deterioradas economías, posibilitaría replantear un nuevo diseño de la UE, el cual, sería deseable lo fuera con un amplio debate entre la ciudadanía.

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24/05/2012

NOTICIA. Estados Unidos emitió su informe anual sobre los derechos humanos, titulado: "Informe de Prácticas sobre Derechos Humanos por Países 2011”

Comentario

El informe de Estados Unidos sobre derechos humanos, propaganda de guerra para la retaguardia civil

Estados Unidos anualmente publica un informe sobre derechos humanos, en el que aporta su particular visión sobre los mismos en los diferentes países del mundo. Resulta patético cuando no cínico que quien más ha vulnerado los derechos humanos en el mundo en el siglo XXI a través de las guerras de agresión que han provocado cientos de miles de victimas civiles, que practica la tortura en las cárceles de la CIA y, si nos retrotraemos unas décadas atrás, ha sido responsable de millones de muertos en la guerra de Vietnam, que apoyó a regímenes dictatoriales sanguinarios como la dictadura franquista en España, o la de Pinochet en Chile; sea quien pretenda erigirse en juez de los derechos humanos en el mundo.
Interesadamente, este informe siempre muestra una grave vulneración de los derechos humanos en los países que no están sometidos a la tutela de EEUU y obvia molestar a quien se declara fiel aliado suyo como son, por ejemplo, los casos de Israel en sus acciones contra los palestinos, o del despótico régimen monárquico de Arabia Saudita con leyes inquisitoriales medievales.
Pero ¿cuál es la razón por la que EEUU precisa realizar este informe? La respuesta la dio un gobernante brasileño el año pasado, país al que EEUU también había incluido entre los violadores de derechos humanos, este gobernante afirmó que no se debía dar importancia a un informe que es para consumo interno de la ciudadanía de EEUU y, por lo tanto, Brasil no contestaría a dicho informe. De manera diferente China cada año contesta a ese informe con otro donde señala la vulneración que hace EEUU de los derechos humanos dentro de sus fronteras haciendo hincapié en su inhumana política carcelaria y el trato discriminatorio hacia los inmigrantes y las minorías étnicas.

Si bien es verdad que cada vez importa a menos gente lo que diga EEUU sobre los derechos humanos de lo demás países del mundo. La importancia que le dan a este informe los países que no están bajo la tutela de EEUU, es debido a la influencia mediática que tiene EEUU en el mundo a través del control que ejerce sobre grandes latifundios mediáticos, lo que obliga a los gobiernos aludidos a responder ante su ciudadanía, a las acusaciones, la mayoría sin fundamento, que vierte EEUU.
Pero la razón más importante de este informe se fundamenta en que EEUU es una potencia que pretende la hegemonía mundial, para ello, dispone de bases militares y poderosas flotas navales distribuidas por todo el mundo, así como tropas destacadas en numerosos países, pero la disposición de combate de las fuerzas militares en todo el mundo no se puede sostener sino hay una razón propagandística ideológica que la justifique ante la ciudadanía de EEUU.
La disposición para la guerra ofensiva no solo debe contar con armas y soldados que crean en lo que hacen, sino sobre todo debe contar con el asentimiento de la ciudadanía civil para que apoye a sus gobernantes en sus ataques ofensivos y en sus injerencias contra otros países. Sería impensable que la estrategia militar agresiva de EEUU y de la OTAN en el mundo fuera la que es, si la población de las naciones que sustenta esta maquinaria militar estuviera radicalmente en contra de la misma.
EEUU saco sus lecciones de la guerra de Vietnam y comprendió que no se puede realizar una guerra de agresión cuando su retaguardia civil está en contra. Ello le ha llevado a perfeccionar su maquinaria de propaganda, controlando la forma en la que se da la información a su ciudadanía sobre las guerras que participa, reconociendo solamente sus asesinatos y torturas cuando la evidencia lo impide negarlo.
Aunque, si bien el control de la información es importante para evitar que la ciudadanía se muestre disconforme con las guerras, el control mediático de la información no es suficiente para justificar una maquinaría militar ofensiva, ésta precisa de una ideología para justificar sus acciones militares, ello es consustancial a todo imperio. En el pasado, para el imperio español fue la ideología de la expansión del catolicismo; para el imperio británico fue la ideología de la exportación de la avanzada civilización occidental a los pueblos primitivos; para el imperio soviético fue en el caso de Afganistán y los países del Este europeo la expansión del socialismo; para EEUU viene siendo erigirse en el valedor y justiciero de los derechos humanos en el mundo, propaganda con la que educa a su población civil en una supuesta supremacía moral que le otorga la justificación para su expansión militar y sus injerencias en otros países.
Con la excepción de EEUU y las naciones que componen la OTAN, el resto de naciones, particularmente los países emergentes, tienen una política defensiva y, por ello, no precisan justificar ante sus ciudadanos ninguna política de agresión porque no la realizan. La razón ideológica que une a la ciudadanía con sus fuerzas militares se sustenta en la defensa de la soberanía, de tal manera que cualquier ataque militar desde el exterior une fuertemente a la población civil con sus fuerzas armadas.
Los países que tienen la ideología de la soberanía muy arraigados, como lo fue en el pasado Vietnam, le permitió vencer a un agresor militar muy superior, aunque en esa lucha el pueblo de Vietnam y de Laos sufrieron más potencial de fuego que el que sufrieron todos los países juntos en el escenario europeo durante la Segunda Guerra Mundial; los bombardeos devastadores de EEUU acabaron con la vida de dos millones de vietnamitas, la mayoría civiles.

Es esa ideología de la soberanía nacional arraigada en los pueblos la que ha hecho también que EEUU no haya podido continuar en Irak, y que la OTAN pierda la guerra en Afganistán. La ideología de la soberanía se muestra mucho más poderosa que la ideología de la falaz exportación de la libertad y los derechos humanos y, es falaz, porque en la práctica es en la guerra donde más se vulneran los derechos humanos.
Por otra parte, EEUU tiene una particular visión de los derechos humanos, en la cual, el desarrollo de los derechos humanos en materia social no cuentan, por ejemplo, el que Brasil o China hayan sacado de la pobreza extrema a cientos de millones de personas en los últimos años; que las expectativas de vida hayan subido de cincuenta a más de setenta años, que el nivel de analfabetismo se haya reducido, no cuenta en su computo como avance en derechos humanos, aunque sí son derechos que contempla la Carta de Derechos Humanos de 1948.

Para EEUU los derechos humanos solamente tienen que ver con la libre empresa, si un país deja que los capitales de EEUU dominen su economía ese será el país que más respeta los derechos humanos, por el contrario, si ese país pretende ser soberano de sus recursos económicos automáticamente se convierte en vulnerador flagrante de los derechos humanos. Un caso paradigmático es el cambio en ese sentido de EEUU respecto de Rusia. En los años noventa del siglo XX durante el mandato de Yeltsin, Rusia dominada  por oligarquías económicas prooccidentales llevaron adelante un programa de privatizaciones que sumió a esta nación en una década de regresión social, cayendo incluso la expectativa de vida por debajo de los setenta años. En esos años Rusia era para EEUU un país que avanzaba en su libertad, en cambio ahora que Rusia pretende un desarrollo económico soberano, Rusia es un país que a ojos de EEUU retrocede en derechos humanos, cuando todos los indicadores de bienestar social y de implementación de derechos civiles están avanzado.
El informe de EEUU sobre derechos humanos se tiene que calificar de vil, y su vileza deviene porque utiliza los derechos humanos como instrumento de propaganda mediática para justificar sus ansías de poder hegemónico mundial.
Los derechos humanos deben avanzar en cada nación al ritmo que los pueblos que la componen lo vayan determinando sin injerencias de otras naciones. En un mundo globalizado el debate sincero sobre los mismos es necesario, y la sinceridad se manifiesta en mantener que el principio de respeto a la soberanía de las naciones está por encima de todo, pues es la base sobre la que se sustenta la paz, sin la cual, no pueden existir derechos humanos, porque la guerra es el peor escenario para que los mismos se respeten.
La propaganda de la exportación de los derechos humanos por la fuerza, es solamente eso, propaganda de guerra para educar la retaguardia que representa la ciudadanía occidental en las políticas por la hegemonía mundial.

Adoptada y proclamada por la Resolución de la Asamblea General 217 A (III) del 10 de diciembre de 1948.

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23/05/12

NOTICIA. El director del Sector Empleo de la OIT, José Salazar Xirinachs, en la presentación de su informe anual sobre la situación del empleo, que ha tenido lugar en Ginebra, ha señalado que las estimaciones de la OIT apuntan a que el paro juvenil en todo el mundo alcanzará este año el 12,7% y afectará a 75 millones de personas, destacando los casos de España y Grecia y otros países europeos con altas tasas de desempleo juvenil

Comentario

Conformación contemporánea del espacio económico mundo y razones estructurales del crecimiento del desempleo en los países desarrollados en el siglo XXI

Karl Marx en uno de los párrafos a la introducción de su magna obra “El Capital” dice: “En economía política, la libre investigación científica tiene que luchar con enemigos que otras ciencias no conocen. El carácter especial de la materia investigada levanta contra ella las pasiones más violentas, más mezquinas y más repugnantes que anidan en el pecho humano: las furias del interés privado”.
Desde la crisis de 1973, el neoliberalismo económico ha impregnado de tal manera el estudio de la economía que los postulados sobre los que se asienta predominan en cualquier rama de está disciplina. Los países más industrializados exhiben, su éxito en su desarrollo económico en la segunda mitad del siglo XX, y el fracaso de la URSS, como razones incuestionables para mostrar al mundo que no existen más modelos de desarrollo económico efectivo que los aplicados en Occidente, aunque la crisis iniciada en el 2008 y presentada por Occidente como transitoria, cuatro años después se resiste a remitir y sin perspectivas de futuro de que lo haga.
En el desarrollo económico occidental la ley de la obtención del máximo beneficio por quienes detentan el capital, ocupa el lugar central mientras que las personas ocupan un lugar colateral. En la doctrina neoliberal este axioma como fundamento para el desarrollo económico se justifica porque el beneficio de las empresas privadas tiene el efecto colateral de promover el beneficio de la sociedad. En definitiva, el desarrollo se explica por la máxima liberal de Adam Smith: “el empresario al buscar su propio beneficio ayuda al conjunto de la sociedad a obtener bienes y servicios, el zapatero haciendo zapatos, o el panadero procurando el pan”.
Pero, si bien la realidad histórica da en parte la razón a Adam Smith, ya que la autorregulación entre la oferta y la demanda de productos se hace de una manera más efectiva en el libre mercado que en un sistema planificado -debido a la imposibilidad de planificar la diversidad de las necesidades económicas de cada una de las personas de una sociedad-, también existe la otra realidad del perverso modelo en el que ha derivado el sistema de libre mercado que, a través de la concentración de capital realizado desde los inicios de la revolución industrial, ha dado casi todo el poder económico mundial a una minoría oligárquica occidental que detenta y controla a través de las finanzas la mayor parte del capital mundial, mientras que la mayoría de la humanidad está sumida en el subdesarrollo económico. No obstante, “Las furias del interés privado” de las que hablara Marx sigue condicionando en el siglo XXI en Occidente: la marcha de la política económica;  de los conocimientos económicos; de la educación mediática de la ciudadanía, así como de la organización política y militar.
El mundo globalizado del siglo XXI, paradójicamente en su funcionalidad comercial, tiene más similitudes con la del periodo comprendido entre 1830 y 1873 que la del periodo posterior hasta finales del siglo XX. En el periodo de las revoluciones liberales de 1830 hasta la crisis de 1873 la globalización económica de la mano del liberalismo, dentro de los límites de la infraestructura propia de la época, era la norma mundial. Tras la crisis de 1873, la economía pasó a un sistema proteccionista por áreas de influencia bajo el dominio de los diferentes imperios europeos.
En el periodo de 1830 a 1873 las alternativas revolucionarias al modelo de acumulación capitalista, desarrolladas principalmente por Marx y sus seguidores, se consideraba que solo podían ser mundiales, aunque si bien las mismas debían producirse e iniciarse en el Centro del sistema económico mundial, es decir en Alemania, Francia y Gran Bretaña y desde ellas expandirse a las colonias de estos imperios. En 1847 Engels afirma en su trabajo de “Principios del Comunismo” que con la construcción de un mercado mundial, “la revolución comunista no será nacional sino  general en todos los países civilizados”.
Bajo el modelo económico de áreas de influencia desarrollado tras la crisis de 1873 y que culminaría en la confrontación entre los imperios europeos en la Primera Guerra Mundial (1914-1918), se impuso como modelo revolucionario alternativo al capitalismo las teorías de Lenin, cuyo fundamento se basaba en iniciar la revolución socialista en un solo país: Rusia, y promover la misma en otras naciones a través del cambio revolucionario del Estado, uniendo todos los Estados socialistas en un área geopolítica desconexionada del área geopolítica capitalista. En 1915 Lenin en su artículo “La Consigna de los Estados Unidos de Europa”define la tesis de la revolución en un solo país, este cambio de las tesis de Engels, lo justifica porque el capitalismo había evolucionado de una fase concurrencial de mercado mundial, a otro de carácter diferente formado por imperialismos monopolistas de sus áreas de influencia geopolíticas respectivas.
Debido a la precaria situación que había quedado Alemania tras su derrota en la Primera Guerra Mundial, este país inicio una guerra imperialista mundial para recuperar y ampliar su área de influencia (1939). Al término de la Segunda Guerra Mundial (1945), tras la nueva derrota de Alemania y la victoria de EEUU y sus aliados en el frente Occidental, y de la URSS en el frente Oriental, la economía mundo se dividió en tres grandes espacios económicos: el dominado por EEUU y Europa Occidental de régimen capitalista, llamado Primer Mundo; el dominado por Rusia bajo un régimen de economías industriales estatalizadas, o Segundo Mundo, y el espacio político económico que irían componiendo los diferentes países que fueron accediendo a su independencia colonial y otros países en desarrollo como los de América Latina, que recibiría el nombre de Tercer Mundo.
Tras el desplome de la URSS (1991), el área geopolítica del Segundo Mundo desapareció, con ello, despareció el modelo revolucionario diseñado por Lenin, y tras la incorporación de China en el 2001 a la OMC, la economía mundo volvió a estar, de nuevo, unida en un mercado mundial, pero, a diferencia del periodo decimonónico, regida ahora, no por burguesías nacionales, sino por una oligarquía occidental formada a lo largo de dos siglos de acumulación capitalista y dominante de las relaciones de producción y financieras mundiales. Así de nuevo, en el mundo del siglo XXI, ya totalmente interconexionado, solo cabe contemplar las transformaciones económicas y políticas estructurales de la economía mundo, como lo anunciara Engels y lo estudiara Marx, en un escenario mundial.
Si bien, los actores mundiales para esa transformación han cambiado. Los países industrializados del Primer Mundo y las clases trabajadoras que lo componen ya no representan el sujeto transformador de la economía mundial como pensaron los revolucionarios del siglo XIX; estas clases han sido durante la segunda mitad del siglo XX las beneficiadas del desarrollo económico mundial, principalmente por pertenecer a los países que más recorrido histórico han tenido en el proceso de innovación e industrialización y porque se han beneficiado del comercio desigual con los países del Tercer Mundo y, por ello, hasta ahora, son todavía clases mayoritariamente conservadoras del vigente modelo económico mundial.
Los sujetos transformadores para una economía mundo orientada al beneficio de la mayoría de la humanidad, se localizan desde los inicios del siglo XXI en los países en desarrollo, principalmente por dos razones básicas, la primera por la emergencia económica de naciones poderosas, como son China e India en Asia, Rusia en el espacio possoviético, Brasil en Latinoamérica y Sudáfrica en el África Austral y, la segunda razón, porque representan y articulan el espacio económico donde habita la mayoría de la humanidad.
Estos países emergentes que parten en el desarrollo económico desde posiciones más retrasadas que los países Occidentales, tienen a su favor que el desarrollo económico de la sociedad en mayor o menor medida está por realizar, lo que les permite articular un gran mercado interno y, por ello, las perspectivas de crecimiento son consistentes y duraderas, mientras que, por el contrario, desde el 2008 el modelo económico de los países desarrollados ha hecho techo y ya no es posible reeditar un crecimiento económico sobre la base de incrementar el consumo de sus clases medias.
La paralización del crecimiento económico en Occidente implica un incremento del desempleo, pues para que se cree empleo es necesario crecer por encima de las mejoras técnicas de la productividad que el sistema competencial mundial impone. Los países emergentes parten de una productividad técnica inferior a los países desarrollados, y ello les ha obligado a ser competitivos a través de producir con mano de obra barata, pero una vez alcanzada la paridad competencial mundial, los países emergentes están superando diferencialmente la mejora de la productividad técnica de los países desarrollados lo que les está obligando a los países desarrollados a abaratar costes salariales para mantener la paridad competencial mundial, aunque tratan de evitarlo a través de aumentar la masa monetaria financiera particularmente de dólares estadounidenses y Euros lo que provoca la reevaluación artificial de las monedas de los países emergentes y, con ello, contienen su competitividad.
No obstante, la crisis del modelo de crecimiento mundial que ha venido sustentándose en el crecimiento económico por elevación de necesidades de las clases medias de los países desarrollados, y que se manifiesta en millones de casas sin vender, en la construcción de infraestructuras sin ninguna utilidad o en gastos militares sin compensación económica, traerá años de estancamiento en estos países y, con ello, el desempleo aumentará, particularmente entre los más jóvenes. Éste es un problema estructural que solo puede solucionarse fomentando una integración económica mundial que complemente las economías de los países emergentes con las de los países desarrollados.
Tal vez, las nuevas generaciones de trabajadores de los países desarrollados ante el fatal destino del desempleo al que están abocadas, se constituyan de nuevo en agentes transformadores de la economía mundo y propicien, en colaboración con los países emergentes, un cambio en las relaciones económicas mundiales que acabe con el monopolio económico de la oligarquía financiera occidental que tras la bancarrota de su modelo económico, fundamenta su actividad económica en la especulación financiera en un desesperado intento de sobrevivir a su declive, habiéndose convertido en el principal freno al desarrollo económico mundial.
La miseria de la lógica económica occidental actual se basa en que se ha agotado en el acto de la rentabilidad. La ciencia económica necesita un cambio importante en sus limitados postulados actuales que contrarreste las furias del interés privado, y le oriente a buscar el crecimiento económico poniendo al ser humano como sujeto central del interés económico y el beneficio como un medio a su servicio y no como un fin en si mismo. Este cambio posibilitaría la orientación económica mundial hacia la satisfacción de las necesidades económicas básicas de la mayoría de la humanidad lo que generaría un nuevo crecimiento económico sin el cual la humanidad nunca alcanzará el estado del bienestar.

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18/05/2012


NOTICIA. La cumbre del G-8, convocada en la residencia presidencial de Camp David (Maryland), tendrá una extensión el mismo fin de semana en Chicago, a donde se trasladarán los jefes de Estado y de Gobierno para participar en la conferencia anual de la OTAN

Comentario

Cumbres sin rumbo

Las reuniones del G8 o G7+Rusia, desde que se inició la crisis del 2008, es una cumbre que cada vez tiene menos relevancia en la marcha de los asuntos mundiales. En el pasado era una cumbre que tenía un carácter propio por reunir a los países que representaban la locomotora económica mundial. Actualmente las reuniones se realizan como preparación de otras cumbres, es decir, para una puesta en común de estrategias previas a otros eventos de mayor relevancia. Así, las últimas cumbres del G8 se han realizado previamente a las cumbres del G20 y, en este caso, previa a la cumbre de la OTAN.
Las diferencias, entre los miembros del G8 pertenecientes a la OTAN (G7), se han acentuado en estos años de crisis económica tanto en las políticas a implementar para hacer frente a la misma, como en la estrategia de la OTAN respecto a Afganistán, y en las aportaciones económicas que tiene que realizar cada país al mantenimiento de la organización.
En la cumbre del G8, solamente se podrán establecer consensos en asuntos de menor relevancia, pero difícilmente en los asuntos trascendentales como son: la forma en la que se debe avanzar para hacer frente la crisis económica, y, sin lugar a dudas, en el tema espinoso con Rusia sobre el sistema de defensa antimisiles que la OTAN tiene previsto instalar en la frontera occidental de Rusia.
Bajo la presidencia de Sarkozy y Merkel ambos mandatarios decidieron uncir su política exterior al mandato de EEUU y acataron las exigencias de EEUU en el apoyo que debían prestar a la invasión de Afganistán. Ahora la retirada de la OTAN de Afganistán será objeto de polémica pues el nuevo presidente francés Hollande prevé retirar las tropas antes de la fecha propuesta por la OTAN.
El aumento de los gastos de la OTAN, requerido por la cúpula militar de los países europeos, justificadas según su criterio, por las carencias logísticas que se manifestaron en la agresión militar de la OTAN a Libia, donde EEUU tuvo que coordinar la logística, es seguro que tendrá resistencias ante las dificultades económicas que arrostran los países de la UE.
No obstante, a pesar de estas diferencias, lo que parece claro, es que en ningún momento estará en cuestión la razón de ser de la OTAN, ni el papel hegemónico mundial que aspiran a seguir detentado EEUU y sus principales aliados europeos.
La OTAN es una alianza militar heredada de la Guerra Fría, que una vez desaparecido el Pacto de Varsovia, no tenía ninguna razón de ser, pero la OTAN continuó  porque tras el vacío geomilitar dejado por la URSS, los miembros más agresivos de la OTAN pensaron que la misma podría servir para someter, de nuevo, colonialmente a los países que no se subordinasen a sus intereses. Las guerras de la OTAN en los Balcanes, Afganistán,  Irak y Libia, han sido y son actuaciones que la caracterizan como una organización agresiva y no defensiva y su continuidad solo puede traer dolor y sufrimiento a la humanidad sin nada que lo justifique; ni siquiera sirve para alcanzar sus objetivos de dominio, pues, en ninguna guerra en las que ha participado han tenido éxito en relación con los objetivos propuestos; ni en Afganistán e Irak se ha conseguido la subordinación de esos países, ni la intervención en Libia sirvió para proteger civiles, más bien al contrario, la OTAN tiene en su haber cientos de victimas civiles en esa guerra. Las guerras de Irak, Afganistán y Libia, solo han dejado muertos y destrucción, y tras la retirada de EEUU y la OTAN solo han quedado y quedarán países arrasados por las bombas en el que tardarán años o quizás décadas en reconstruir sus economías.
La OTAN durará mientras los ciudadanos de los países que la componen no decidan poner fin a la misma y propiciar un sistema de defensa respetuoso con la soberanía de las naciones, pero en ese aspecto la OTAN es sólida, desafortunadamente en Occidente apenas si se oyen voces que cuestionen la existencia de la OTAN, ni sus ataques mortíferos sobre países militarmente débiles, ni el derroche en armamento para mantener la quimera de que tal vez podrán dominar el mundo militarmente.
En los asuntos económicos, ahora se plantea entre Francia, Alemania y EEUU la cuestión sobre si se debe aplicar la austeridad fiscal o propiciar el crecimiento económico, pero ésta que parece tan importante cuestión, solo son palabras vacías de contenido. En lo relativo al crecimiento después de cuatro años de crisis económica nadie ha dado con la fórmula para hacerlo y, en lo relativo al ajuste fiscal, lo que si es evidente que Alemania sabe que sino se cumple el pacto fiscal, a la postre, bajo el sistema monetario común del euro, deberá ser Alemania quien tenga que hacer frente a los déficit de los demás países, lo que le podría arrastrar a un pozo deficitario del que está ahora libre. O dicho de otra manera, la permanencia de Alemania en el euro solo se puede entender si se cumple el ajuste fiscal, pues sino se cumple tendría que ser Alemania la tendría que abandonar el Euro pues no podría hacer frente a los déficit del resto de países. Esa es la espada de Damocles que pesa sobre Francia y el resto de países del eurogrupo y, tal vez, Hollande ya habrá sido advertido de sus consecuencias. Una retirada alemana del euro es la desaparición segura del euro.
Empobrecer los países más deficitarios de la UE para salvar a Alemania y con ello el euro, es también la receta de los grupos bancarios más potentes  de la UE que saben que los procesos de fusión bancaria, en los que están ahora inmersos, son más propicios bajo una misma moneda. Por ello, la cuestión de: ajuste fiscal sí; o, ajuste fiscal no; no es un problema de recetas económicas, como se plantean algunos  académicos, sino de intereses y de supervivencia económica, por una parte, de Alemania, y por otra, de los grupos bancarios más fuertes del eurogrupo.
Alemania y los países más aferrados a la doctrina neoliberal como España insisten que el crecimiento vendrá -sin decir como- una vez realizado el ajuste fiscal en la UE, pero ¿cuándo acabará el ajuste fiscal? cada ajuste fiscal anual produce una caída de los ingresos de las administraciones públicas de las naciones más deficitarias del eurogrupo, lo que obligará en el siguiente año a realizar otro ajuste fiscal, y así, el número de personas que vayan quedando excluidas del sistema económico progresivamente será mayor. Esa experiencia, aunque en otro contexto ya la vivieron los países Latinoamericanos en las tres últimas décadas del siglo pasado.
Las inercias económicas y las contradicciones entre naciones están determinando la marcha de la economía de la UE, y solo le queda, como un barco sin rumbo, seguir un camino determinado por los acontecimientos; por otra parte, la ciudadanía de la UE sigue anclada a sus intereses nacionales alejada, por lo menos por el momento, de alumbrar un nuevo pensamiento europeista adecuado al cambio de época.
La UE y los países más desarrollados precisan aun de un largo recorrido para adecuarse a los nuevos tiempos de un mundo en transformación, donde, en la medida que las fuerzas emergentes en el resto del mundo vayan ganando fuerza, se irá comprobando que seguir aferrándose a un pasado imperial cuyo exponente es la OTAN, y seguir con el esquema del desarrollo económico a costa de pretender tutelar los países en desarrollo ya no tiene futuro. El mundo necesita confianza y paz entre las naciones para establecer unas relaciones de colaboración beneficiosas para todos y abordar los graves problemas medioambientales y de recursos planetarios, pero Occidente sigue con la venda imperial en los ojos y dando palos de ciego.

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11/05/2012

NOTICIA. El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, afirmó en el diario "Rheinische Post" que "En los últimos dos años aprendimos mucho y creamos mecanismos de defensa. Los peligros de contagio de la situación de Grecia a otros países son menores y la eurozona en conjunto se volvió más resistente"

Comentario

La fe en el credo neoliberal

La fe, puede tener muchas facetas, se puede tener fe en conseguir un objetivo como escalar una montaña o ganar una batalla, en esta situación la fe es un impulso vital que hace perseverar en la lucha hasta conseguir el objetivo o fracasar en el intento, pero en todo momento la fe se sustenta en elementos racionales, el montañero prepara su equipo de montaña y diseña la ruta; en la batalla el general desarrolla las estrategias según los medios que dispone.
La fe sin bases racionales, no se puede aplicar a las cosas materiales, solo sirve como creencia de quien considera que la misma le sirve a su legítimo mundo espiritual, pero cuando esta fe ciega guía las acciones prácticas, las mismas son erráticas por carecer de fundamentos científicos sobre los que planificar el alcance de los objetivos propuestos.
El liberalismo económico tuvo su éxito durante el siglo XIX hasta convertirse en una doctrina en la que los conceptos: del libre mercado; la propiedad privada, y la neutralidad del Estado en la marcha de los asuntos económicos, quedaron establecidos como dogmas incuestionables para alcanzar el progreso económico de las naciones. La fe en el credo liberal se instaló en el mundo occidental desde los inicios de la revolución industrial y duró  hasta la crisis económica de 1929. Esta crisis acabó con los dogmas liberales al demostrarse en la práctica que la autorregulación de la economía, basada en sus propias leyes de mercado, era una falacia. Tras esa crisis los Estados estatalizaron sus economías, en Alemania se hizo bajo el Nacional socialismo de los nazis y en Italia y España con el fascismo con el apoyo explícito de las oligarquías económicas dominantes. En el otro extremo del espectro ideológico la estatalización de la economía ya se venía produciendo en Rusia desde el ascenso de los bolcheviques al poder, pero desplazando del poder a las elites que habían sido dominantes hasta entonces.
Tras la Segunda Guerra Mundial, la economía de los países occidentales mantuvo un alto grado de estatalización basada en el control por el Estado de los sectores económicos más importantes y del grueso de las finanzas. Éste, fue el modelo Keynesiano o también denominado capitalismo monopolista de Estado, y bajo el que se desarrolló en la Europa Occidental, debido al impulso de las fuerzas sindicales, el Estado del Bienestar con una amplia cobertura de servicios sociales para la población.
La crisis de 1973 cuestionaría este modelo y de nuevo se fueron imponiendo las tesis de la doctrina liberal. Los Estados de los países desarrollados comenzaron a vender sus activos, aunque preservando las coberturas sociales; el libre mercado se expandió rápidamente en un impulso globalizador como nunca había existido. El hundimiento de la URSS en 1991 y la aplicación de los principios económicos liberales para privatizar su estatalizada economía dieron un fuerte impulso a los dogmas liberales. Esta segunda reedición del liberalismo económico vino a definirse como neoliberalismo.
Los partidos políticos occidentales que ampararon este modelo económico neoliberal de privatizaciones, liderados por la derecha con Thatcher en Gran Bretaña y Reagan en EEUU y, en algunos países como España, por la socialdemocracia con el líder socialista Felipe González, tuvieron la aceptación de la mayoría de la población, de tal manera que los dogmas neoliberales con diferentes matices según la circunstancias forman parte del ideario político tanto de los partidos de la derecha como de la socialdemocracia.
No obstante, aunque el mundo, desde la crisis de 1929, debido a la globalización económica y a los procesos de descolonización (prácticamente ya concluidos desde su apogeo tras la Segunda Guerra Mundial), ha cambiado mucho, la crisis financiera iniciada en el 2008 tiene ciertas similitudes con aquella de 1929. Tras cuatro años de iniciada la crisis en el 2008 se está demostrando que el mercado por si mismo es incapaz de autorregular el funcionamiento económico mundial. Las reglas del mercado que se mostraron exitosas entre 1973 y el 2008, ahora no funcionan como fundamento para promover el crecimiento económico.
Pero la fe existente en las instancias económicas rectoras de los países desarrollados de que sí volverán a funcionar les está llevando a adoptar políticas económicas defensivas de ajuste fiscal a la espera de que el mercado autorregule de nuevo la economía y los países desarrollados vuelvan a la senda del crecimiento. En esta prolongada espera se están produciendo movimientos que afectan al terreno social, político y económico.
En el terreno social, y como consecuencia del ajuste de las cuentas fiscales que exige el dogma neoliberal, se está produciendo un deterioro progresivo de los servicios sociales en los países desarrollados.
En el terreno político, los partidos de la derecha, socialdemócratas o afines, apegados doctrinariamente al credo neoliberal están experimentado, haya donde gobiernan, una acentuada desafección de sus votantes.
En el terreno económico se está produciendo un proceso de concentración de capital, particularmente de las finanzas mundiales, ante la falta de negocio de las entidades financieras menos solventes por no haber crecimiento económico.
Hasta ahora, solamente en los países emergentes se están cuestionando los dogmas neoliberales, en Brasil y la mayoría de los países que componen la UNASUR por la amarga experiencia de las últimas décadas de neoliberalismo económico que provocó la exclusión social de amplias mayorías de población; en Rusia por el desastroso proceso de privatizaciones de los años noventa, del que Rusia todavía se está rehaciendo; en China porque los principios económicos de socialismo de mercado impulsados por el PCCh establecen el mercado como un complemento del modelo socialista para el desarrollo de las fuerzas productivas. Estas economías tienen fe en su desarrollo, pero los instrumentos para el mismo se pretenden aplicar sin fundamentalismos doctrinarios económicos, adoptando los métodos económicos más propicios para ello, sin obviar el mercado pero sin estigmatizar tampoco el papel del Estado en la planificación económica. Son modelos económicos nacidos de la experiencia y de la interpretación científica de la realidad al servicio de la ciudadanía.
A diferencia, los países altamente desarrollados, particularmente los europeos siguen apegados a una vieja doctrina neoliberal que se muestra fallida. Su fe en la misma, es la fe ciega sin fundamentos científicos de creer en lo que no se ve. Fe alimentada interesadamente por una oligarquía financiera Occidental de la que depende su existencia como grupo de poder independiente del Estado, el cual, lo instrumentalizan cuando les interesa de la mano de los partidos políticos afines a sus intereses, como ocurrió con los planes de rescate financiero con el dinero aportado por los contribuyentes para evitar su bancarrota. Para mantener esta fe en su credo entre la ciudadanía, desde que comenzó la crisis financiera en el 2008, sistemáticamente se viene anunciando por las altas instancias económicas Occidentales el año de la recuperación, primero se estimó para el 2011, luego, para el 2012, ahora para el 2013 y así se seguirá con la fe ciega puesta en el credo neoliberal de que el mercado terminará autorregulándose y volverá el crecimiento.
La práctica como único criterio de verdad, determinará en los próximos años la verdad o la falacia de este credo. Todo parece indicar que el mercado no se autorregulará por si mismo y la crisis de falta de crecimiento económico en la mayoría de los países occidentales continuará, y esa realidad necesariamente traerá en la percepción de la ciudadanía occidental cambios políticos. Esperemos que tanto en la UE como en EEUU no sea la extrema derecha, como pasó tras la crisis de 1929, quien sea la beneficiada de estos cambios políticos, pues de ser así, el mundo, a pesar del creciente peso de las economías emergentes, se volverá mucho más complicado.


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4/05/2012

NOTICIA. Da comienzo en Beijing la cuarta ronda del Diálogo Estratégico y Económico China-Estados Unidos

Comentario

La construcción de la confianza

La cuarta ronda del Diálogo Estratégico y Económico China-Estados Unidos ha estado presidida por la parte china por el viceprimer ministro chino Wang Qishan, el consejero de Estado Dai Bingguo y representantes especiales del presidente chino Hu Jintao, y por la parte estadounidense por la secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton, el secretario del Tesoro Timothy Geithner y representantes especiales del presidente estadounidense Barack Obama.
Los preliminares mediáticos de esta conferencia han marcado las diferencias de concepto que tanto la parte estadounidenses como la parte china entienden el mundo.
Para occidente la cumbre ha venido marcada mediáticamente por el incidente protagonizado por el ciudadano chino Chen Guangcheng contrario a la vigente constitución china, que acudió a la embajada de EEUU en Pekín en la que estuvo durante varios días hasta que la abandonó por su pie.
Occidente ha seguido su esquema de hacer de estas cumbres un escaparate mediático de su particular visión de los derechos humanos, que poco tiene que ver con el conjunto de los mismos recogidos en la carta de los derechos humanos de 1948, particularmente los derechos sociales, así como en ignorar las leyes internacionales que rigen las relaciones entre Estados, arrogándose el papel de ser el justiciero y velador de los derechos humanos en el mundo.
Estas campañas mediáticas demuestran que para Occidente mantener la educación de su ciudadanía en la legitimidad de la injerencia en los asuntos de otro país, es prioritario, pues este discurso forma parte de la ideología de justificar la hegemonía política y militar mundial en base a un supuesto grado más alto de civilización democrática; por ello en su discurso de apertura Hillary Clinton hizo referencia a que China debe respetar los "derechos humanos", sin especificar a que artículos de la carta de 1948 se refiere, ni valorar los avances de china en ese sentido en los últimos años a través del gran impulso legislativo que se está produciendo en China como parte de su permanente proceso de reforma y apertura. Obviamente, para dar por sentado que EEUU es el paladín de los derechos humanos en el mundo, ha omitido referirse a si EEUU es respetuoso dentro y fuera de sus fronteras con los 30 artículos de la declaración universal de los derechos humanos de 1948, cuando en las guerras patrocinadas por EEUU desde 1948 ha sido con creces el país que más ha violado los derechos humanos en el mundo.
Ello para Hillary Clinton da igual, puesto que lo que importa es el mensaje genérico a la ciudadanía occidental de la supremacía moral de EEUU, sobre China. Este protocolo obligado de expresión de la supremacía estadounidense en los diferentes eventos internacionales chirrió fuertemente en los oídos de los contertulios de Obama tras su intervención en la pasada cumbre de las Américas; su discurso se pareció más al de un emperador que al de un jefe de Estado que asume que en las reuniones de Jefes de Estados no hay estados de primera y segunda, sino que todos los países son internacionalmente libres y soberanos y, por lo tanto, la relación debe ser entre iguales. Obama pasó por alto esa premisa y discurseó como el emperador que dicta al resto de naciones lo que se debe hacer, lo que está bien y lo que está mal.
Como siempre caben las excepciones, EEUU lo hace en lo países bajo su tutela cuando son retrógrados en derechos. Así sería impensable que Hillary Clinton hiciera una referencia a la violación de los derechos humanos, por ejemplo en una visita a su aliado Arabia Saudita regido por leyes inquisitoriales medievales.
De manera diferente, los discursos de los mandatarios Chinos en al apertura de este encuentro entre China y EEUU han tenido otro signo más acorde con los tiempos en los que la humanidad tiene que tender hacia una gobernanza global en el respeto de las diferencias, donde cada nación, siempre que lo haga en paz, debe marcar su propio ritmo en las transformaciones sociales y políticas.
El presidente chino, Hu Jintao, instó a Estados Unidos a que rompa con la tradicional creencia de que entre las grandes potencias siempre surgen conflictos, expresando: “Debemos probar, a través de un pensamiento creativo y de pasos concretos, que la opinión tradicional de que las grandes potencias están destinadas a enfrentarse entre ellas es incorrecta, y trabajar en busca de nuevas formas de desarrollar las relaciones en la era de la globalización económica” “Para establecer un nuevo tipo de relaciones bilaterales entre China y EEUU, necesitamos confiar el uno en el otro” “El camino del desarrollo en que nos hemos embarcado es el correcto " “seguir el camino del desarrollo pacífico es la alternativa estratégica que ha escogido China y que nunca cambiará, y éste es un compromiso solemne que el país ha hecho ante el mundo
Es posible que a Hillary Clinton estas palabras le sonaran a retóricas, además daba por sentado que China no iba a criticar a EEUU, pero cabe hacerse la pregunta ¿cómo hubiera reaccionado EEUU si el discurso de Hu Jintao siguiendo el esquema de  Hillary Clinton, se hubiera referido a que EEUU debe de dejar de ocupar países, debe retirar sus tropas de los países invadidos, debe cerrar el penal sin garantías jurídicas de Guantánamo etc.? Evidentemente su reacción hubiera sido la de una escenificante indignación mediática.
Educar para la paz y el desarrollo y el beneficio muto es el mensaje de China; educar para la confrontación y el beneficio unilateral de una nación sobre otra, es el mensaje de Estados Unidos.
El fondo de esta cuestión determina como las naciones se relacionan entre ellas. Recientemente la canciller alemana Angela Merkel, manifestó su intención de boicotear la Eurocopa en Ucrania, en caso de que continúe en prisión la ex jefa del gobierno ucraniano Julia Timoshenko; exigiendo a Ucrania que Timoshenko sea tratada en un hospital alemán. El gobierno ucraniano respondió airado al pedido hecho por Merkel “La canciller ha olvidado que gobierna Alemania y no Ucrania”. Merkel se cree con la legitimidad para decir a Ucrania bajo amenazas como debe actuar, pero ¿como se vería en Alemania que, por ejemplo Ucrania, u otro país boicoteara eventos deportivos donde participan alemanes por el olvido en el que ha quedado el asesinato a manos alemanas de 140 civiles en Afganistán en un bombardeo el 4 de setiembre de 2009 ordenado por el coronel alemán Georg Klein?
El mundo necesita construir la confianza entre las naciones para asegurar la paz, propiciar el desarme y crear condiciones para el desarrollo económico, pero la construcción de la confianza se desarrolla en dos caminos diferentes, por una parte, están los países que la quieren sinceramente porque entienden que en la colaboración existe el beneficio recíproco, en este camino están los países emergentes y la mayoría de los países en desarrollo, y la educación de la población se basa en el valor supremo de la soberanía y el respeto hacia otras naciones; por otra parte, están los países que no cultivan la confianza sino que las relaciones se establecen por puro pragmatismo e interés unilateral, este es el caso de EEUU y la UE con relación a China, Latinoamérica y Rusia, pero el interés real de Occidente que subyace en sus actuaciones sería el de subyugar política y económicamente a estos países, por ello, Occidente precisa mantener la educación de su ciudadanía predispuesta a la injerencia o la invasión; obviamente los limites a sus pretensiones los impone la fortaleza política y militar del país o países con los que establecen relaciones,
En ese sentido el mundo de los países emergentes y países en desarrollo está cambiando, su dignidad política cada vez cotiza más alto, se vio en la pasada cumbre de las Américas, o en el discurso de campaña electoral de Putin. Estos países están en predisposición de avanzar más rápidamente en la construcción de la confianza entre ellos, que lo puede estar Occidente. Ello se puede ver en la vertiginosa influencia económica de China entre los países en desarrollo, tanto en Asia Oriental, como en África y Latinoamérica, y particularmente con Rusia, puesto que China separa la política de las relaciones económicas y es respetuoso con la soberanía de las naciones.
Por el contrario, a pesar que los países emergentes y en desarrollo necesitan de los países desarrollados para avanzar en su prosperidad económica, la confianza política es escasa. Los hechos de estos últimos años han generado esa actitud, en Latinoamérica por haber estado plagada de intentonas golpistas con el beneplácito occidental, en Rusia por los constantes ataques mediáticos a este país y por el acoso militar de la OTAN, en China porque a Occidente le incomoda su sistema político.
Occidente que lidera las relaciones internacionales impositivas representa solamente una octava parte de la población mundial, el resto de la humanidad se mueve en el carril de la colaboración como base para su desarrollo. En la medida que los países emergentes y en desarrollo ganen peso económico, las manidas políticas de aislamiento y sanciones con las que reiteradamente Occidente amenaza a sus adversarios se convertirán en su propio autoaislamiento.
EEUU podría escribir la confianza con mayúsculas con China y con todos los países emergentes, si modificara ahora su actitud prepotente de gobernar el mundo, pero si persiste en la misma tal vez pierda la oportunidad de ganar en  confianza durante muchos años. La está perdiendo en Latinoamérica y también en Rusia y poniéndose el freno en el caso de China. Las palabras de Hu Jintao merecen ser tenidas en cuenta. EEUU debiera meditar sobre las mismas.

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3/05/2012

NOTICIA. Los ministros de Economía de la UE buscan un acuerdo para reforzar el capital bancario para afrontar futuras crisis

Comentario

La banca de la UE en la encrucijada

Los ministros de Economía de los 27 en una reunión extraordinaria tratarán de aprobar una nueva norma para reforzar el capital de los bancos y aumentar así su resistencia frente a futuras crisis.  El principal punto de discrepancia es el grado de flexibilidad que se debe permitir a cada país, cuestión que enfrenta a Reino Unido y Suecia, que reclaman poder exigir requisitos extra a sus bancos, con Francia, que pide una armonización máxima. España está más cerca de las posiciones británicas.
Desde la crisis financiera del 2008 provocada por la especulación inmobiliaria, la banca occidental particularmente la banca de la UE, no levanta cabeza. A los planes de rescate se han sucedido, una sería de auditorías para verificar la solvencia de los bancos, las cuales, en los bancos, particularmente con más activos inmovilizados en viviendas, demuestran solvencias efímeras que los mercados bursátiles se encargan de desmentir ante la creciente desconfianza del porvenir de algunos grupos bancarios.
La banca de la UE se encuentra en manos de diferentes grupos bancarios, que a pesar de operar en un mercado globalizado, debido a la composición de sus accionistas que siguen siendo nativos de la ubicación nacional del grupo bancario, operan con intereses nacionales distintos. Esto conlleva a que se produzcan diferencias entre los grupos financieros más autónomos como son los ubicados en la City londinense, y otros que por sus particulares problemas de solvencia como es la banca española, pretenden una mayor autonomía, o lo que es lo mismo, un mayor oscurantismo en sus cuentas; por el contrario, los grupos bancarios con mayor solvencia pretenden un regulación financiera que sea más transparente y estableciendo unas condiciones de solvencia duras, que solamente los grupos bancarios más fuertes, es decir los de los países más productivos como Alemania pueden permitirse.
En el fondo de esta cuestión subyace la reestructuración del sector financiero en la UE. La banca, al igual que otros sectores económicos en los que participan competencialmente distintas empresas, en la fase del ciclo económico alcista en el que el volumen de la demanda efectiva es creciente existe negocio para todos los actores económicos, pero en la fase del ciclo económico bajista, el volumen de negocio se recorta, y ello conlleva inevitablemente que las empresas más competitivas y con mayores recursos de capital absorban a las más débiles al entrar estas últimas en crisis. Es un proceso de concentración del capital que se ha venido produciendo históricamente, pero que tiene sus momentos de mayor auge en los momentos de recesión de la demanda efectiva. Por ejemplo, en España, la banca está reestructurándose de tal manera que muchas entidades financieras que tuvieron margen de negocio hasta la crisis del 2008, ahora éste se ha hundido, y las entidades menos solventes pasaran a ser absorbidas por las más solventes.
En el conjunto de la UE, particularmente en los países que pertenecen a la zona euro, esta tendencia hacia la concentración financiera, en la medida que la crisis se prolonga, se hace progresivamente más notoria. Los bancos Alemanes, a pesar de haber participado en la especulación inmobiliaria, por sustentar actualmente una economía productiva como es la alemana, tienen ahora su oportunidad de oro para hacerse con el control de otros grupos bancarios duramente castigados por la crisis inmobiliaria, como es el caso de la banca española sin capacidad para reorientar su actividad de negocio hacia actividades productivas.
La reestructuración del sector financiero en la UE, va a suponer una pugna de intereses entre países, pero de antemano Alemania por ser el país más fuerte y más productivo tiene la batalla ganada. Tal vez se intente plantear la posibilidad de un nuevo rescate para los bancos que presentan mayores problemas de solvencia, pero vistas las perspectivas de bajo crecimiento económico, lo más probable es que se plantee una reestructuración del sector financiero en toda la UE donde termine imponiéndose un grupo financiero fuerte franco alemán.
Resulta, sorprendente que las nuevas normas para el funcionamiento financiero en el seno de la UE, en medio de la actual crisis, en la que algunos países como España ya están formalmente en recesión y las tasas de desempleo siguen en aumento en toda la UE menos en Alemania, se presenten por los ministros de economía de la UE como: "prevención ante futuras crisis", pero ¿De qué futuras crisis se pretende curar a la UE cuando a la presente no se le ve un final?
Las futuras crisis no son otras sino las que van a sufrir muchas entidades bancarias por sus deudas y falta de negocio, pero eso no va a resolver la crisis económica que sigue muy vigente sino lo que se pretende evitar es la quiebra de algunos grupos bancarios. A la postre la única solución, en el actual paradigma neoliberal por el que se rigen las fuerzas social y políticamente mayoritarias en la UE, como son los partidos tradicionales de derecha y la socialdemocracia, que tienen descartada cualquier opción de nacionalización financiera, solamente puede ser la reestructuración financiera a partir de la absorción a bajo costo de unas entidades financieras por otras; para ello, el primer paso será exigir a las entidades menos solventes su saneamiento, si es necesario a costa de los contribuyentes, para propiciar que las entidades más solventes puedan absorberlas sin lastrar sus cuentas con los pasivos tóxicos de las que pretenden absorber.
No obstante, si bien ahora se abre un proceso de reestructuración financiera, la misma tampoco resuelve la crisis pues la recuperación va a depender de cómo se activa la demanda efectiva. En la generación de valor económico, es decir, de PIB el interés no es otra cosa que una parte del beneficio que el empresario crea y que el financiero adelanta en forma préstamo, de tal manera que parte del valor generado por las empresas pasa a ser propiedad de la entidad prestamista. Este principio económico rige la actividad financiera, de tal manera que si no hay demanda efectiva, no hay crecimiento económico y la producción de productos y servicios de las empresas decae y, por lo tanto, el banco al no tener garantizado que la empresa pueda devolver el préstamo a interés no puede prestar.
Ante la falta de crecimiento del que detraer plusvalías, el negocio de la actividad financiera ahora se fundamenta en gran medida en los altos intereses que consigue de las deudas soberanas de los Estados más débiles de la UE, lo que a su vez en una situación de falta de crecimiento económico hace que estos Estados se empobrezcan progresivamente pues tienen que dedicar gran parte de sus ingresos a pagar los altos intereses de la deuda en lugar de dedicarlo a prestaciones sociales.
En la actual coyuntura financiera el papel que puede jugar el BCE va a ser crucial. Hasta ahora el BCE ha venido sosteniendo a la banca con mayores problemas como es la de los países mediterráneos concediéndoles dinero barato para que pudieran prestárselo a los Estados a un alto interés, pero ante la persistencia de la crisis, si el BCE de la mano de Alemania considera que no es posible mantener la banca de estos países a flote, tendrá que optar por una política de facilitar la reestructuración bancaria de la UE, lo  que pudiera conllevar poner fin a su política de prestar dinero barato a las bancas de los países con mayores problemas y posibilitar la absorción de unos grupos bancarios por otros.
La crisis económica en la UE se mueve en medio de un caos que seguirá abriendo fisuras entre los países, pero todo parece apuntar que el Centro del sistema financiero y económico alemán saldrá reforzado mientras que la periferia del sur y el este de la UE entrará en una progresiva fase depresiva.