Marzo 2014



23/03/2014

NOTICIA. El 22/03/2014 decenas de miles de personas de toda España se reunieron en Madrid para manifestarse contra la política de recortes del gobierno conservador español de Mariano Rajoy bajo el lema Pan, Trabajo y Techo.

NOTICIA. El 23/03/2014 El primer presidente de la democracia española, Adolfo Suárez, murió en Madrid a los 81 años.

Comentario

Del movimiento social al movimiento político y la España pendiente que no pudo ser

Del movimiento social al movimiento político

El 22/03/2014 tendría lugar en Madrid una movilización organizada con semanas de antelación con marchas desde diferentes capitales de provincia que agrupó a decenas de miles de personas para denunciar el empobrecimiento de la sociedad española con seis millones de desempleados (26% de la población activa) decenas de miles de desahucios que han dado lugar a numerosos suicidios y miles de millones de recortes en gastos sociales. El lema de la marcha: no al pago de la deuda. Fuera los Gobiernos de la Troika. No más recortes. Pan, Trabajo y Techo” expresaba los objetivos de los manifestantes.
El 23/03/2014, Adolfo Suárez, uno de los principales artífices de la transición en España de la Dictadura Franquista a la vigente constitución promulgada en 1978, de la que fue el primer presidente democrático, murió a la Edad de 81 años. España desde la muerte del dictador Francisco Franco en 1975 hasta la promulgación de la constitución de 1978 estuvo sumida en constantes movilizaciones sociales, con un gran contenido político para alumbrar una constitución democrática.
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No puede existir cambio social sin alternativa política, las demandas al gobierno del PP de Pan, Trabajo y Techo, no pueden ser atendidas por este partido como se demuestra en los años que lleva el PP gobernando, ni tampoco lo pueden ser bajo otras formaciones políticas de corte neoliberal en los países mediterráneos sujetos a la dictadura económica alemana, como se ha visto en Francia con el gobierno socialista de Hollande y se vio en España bajo el gobierno socialista de Rodríguez Zapatero o los distintos gobiernos en Italia, Grecia y Portugal.
El actual movimiento de protesta en España a diferencia del de la transición española, no tiene en mente una alternativa constitucional. La actual constitución que fue consensuada con el poder franquista y las fuerzas entonces opositoras en un contexto de guerra fría y de temor a un golpe militar, es ahora un documento que no responde a los cambios que ha venido experimentado la sociedad.
Cataluña no se siente representada en la actual constitución ni tampoco el País Vasco, los movimientos sociales ven que las leyes no protegen a los sectores más vulnerables de la sociedad, sin embargo, todo ello no tiene una traducción en términos de demandar una nueva constitución que permita a vascos y catalanes sentirse representados y a los movimientos sociales demandar cláusulas que garanticen una mayor democracia social. El temor a que el reclamo de una nueva constitución abriría las puertas a una abolición del régimen monárquico une a las principales fuerzas políticas y fácticas de ámbito estatal, como el PP el PSOE, la gran banca y medios de comunicación afines para tapar semejante demanda.
Y, actualmente, ante la falta de una alternativa constitucional para toda España, las fuerzas centrifugas de los nacionalismos periféricos se imponen a la débil fuerza centrípeta de promover un nuevo pacto constitucional.

La España pendiente que no pudo ser
España se encuentra en una encrucijada económica que inevitablemente tiene que devenir en una crisis política. Objetivamente España precisa cambiar radicalmente y acabar con los grupos de poder oligárquicos que la tienen secuestrada centenariamente. Todas las naciones, han tenido a lo largo de la historia sus cambios radicales que las han impulsado hacia etapas de renacimiento. EEUU lo hizo tras la guerra de secesión; Japón en la revolución Meiji; Alemania tras acabar con el nazismo; Francia en la V República, etc., pero España no ha sabido encontrar el camino propio de la modernidad y del progreso intelectual.
El intento de la II República española fue aniquilado por las fuerzas oscuras del fascismo, el despegue económico de Europa Occidental en los años cincuenta y sesenta del siglo XX, le permitió beneficiarse de las remesas de divisas de los españoles emigrados a centro Europa, y de una industria turística basada en la afluencia de turistas europeos. En los años setenta la rebelión de los pueblos de España contra la dictadura franquista abrió una oportunidad para acabar con el poder de las familias oligárquicas españolas, pero no fue así, las posibilidades de que se hubiera producido una ruptura democrática con el régimen fascista perpetuado por Arias Navarro tras la muerte de Franco en 1975, no fue posible. El contexto de la guerra fría hacía temer que una ruptura democrática pudiera derivar en una posición de neutralidad internacional de España incomoda para EEUU, fiel aliado de la dictadura franquista, por otra parte, el miedo a que el ejército español pudiera desatar de nuevo un cruento golpe militar al igual que lo hiciera contra la II república, condicionó la salida al franquismo, las fuerzas políticas organizadas de la oposición lideradas entonces principalmente por el PCE sucumbieron a un pacto con los poderes franquistas.
Así pues, la constitución de 1978 se aprobó en un contexto de miedo interno y de presión internacional, en ese contexto, la monarquía borbónica designada por Franco como continuidad del Estado de la España más retrógrada fue incluida en la constitución.
Una socialdemocracia sin personalidad, elaborada a toda prisa, durante los convulsos años de 1974-1978, en los servicios de inteligencia de la OTAN, fue la que gobernaría desde 1982 a 1996 y pondría a España a los pies de Alemania y de EEUU. De EEUU por su ingreso en la OTAN, y de Alemania, porque parte de la industria española fue desmantelada y España por designio europeo se convirtió en un país destinado al ocio, las ayudas financieras de la UE no sirvieron para crear un país innovador sino para fomentar infraestructuras adecuadas al modelo de ocio. Solamente el País Vasco se montaría en el tren de la modernidad y de la innovación desarrollando una estructura económica industrial y de servicios, altamente productiva y competitiva.
Los gobiernos del PP de Aznar (1996-2004) y del PSOE de Rodríguez Zapatero (2004-2011) fueron la exaltación del modelo económico especulativo inmobiliario destinado al ocio que, tras la crisis del 2008, se ha hundido sin posibilidad de reeditarlo, incluso su lastre sigue hundiendo progresivamente la economía española en un mar sin fondo.
No obstante, España deberá realizar un cambio profundo de su estructura económica que la sitúe en la innovación, en la renovación intelectual y en la modernidad republicana que acabe con el legado franquista monárquico y los grupos reaccionarios sucesores de aquella época que se han reproducido a través del clientelismo. La crisis iniciada en el año 2008 está creando las condiciones objetivas para ello, si bien, las fuerzas subjetivas políticas y sociales, contenidas por el miedo de la ciudadanía a un caos en la situación económica y por el dominio de una partitocracia aferrada a la anacrónica constitución de 1978, siguen rigiendo los destinos de España.
Ello deberá cambiar, las nuevas generaciones no pueden permanecer impasibles. A pesar de que actualmente carecen de una ideología política transformadora, solo tienen salidas políticas y, por ello, tendrán que plantearse seriamente su futuro en clave política.
Y pensar en ese futuro político, es pensar en la España que nunca ha podido ser, pero que algún día tendrá que transformarse en profundidad. Una España vertebrada territorialmente en base a la figura del pacto entre Estado y nacionalidades periféricas, no tutelada por ninguna potencia, con una constitución republicana donde el jefe del Estado deje de ser hereditario para ser elegido por todos los españoles, lo que contribuiría sin duda, a unir territorialmente a España, con una economía que compagine la propiedad pública con la privada, apostando por un modelo de desarrollo innovador abierto a los mercados emergentes, a través de las cosas que España ya sabe hacer bien, como es la técnica de producción de alimentos o el diseño de energías renovables, la promoción del turismo..., y donde también, sin miedos, pueda revisar su historia.

Una encrucijada histórica como la que vive ahora España necesita la apuesta por una nueva constitución. Esa percepción política está por desarrollar pero deberá llegar.

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18/03/2014

NOTICIA. El presidente de Rusia, Vladímir Putin, firmó el 17/03/2014 el decreto que reconoce a Crimea como Estado independiente y soberano.

NOTICIAEl 18//03/2014 el presidente de Rusia, Vladímir Putin, el presidente del Consejo Estatal de Crimea, Vladímir Konstantínov, el primer ministro de la República de Crimea, Serguéi Aksiónov, y el alcalde de Sebastopol, Alexéi Chaly, firmaron un acuerdo interestatal sobre la integración de la República de Crimea en la Federación de Rusia y la formación de dos nuevos territorios federales.

Comentario

La obligada definición de una nueva política internacional de Rusia ante el acoso de la OTAN

Evolución de los acontecimientos de la crisis en Ucrania
Los acontecimientos de Ucrania han destapado de forma convulsa la larvada política de EEUU y la OTAN en Europa Oriental de acoso a Rusia.
Era un escenario predecible desde que el 22/03/2014 la UE y EEUU se desdijeron del apoyo efectuado al acuerdo del 21 de febrero entre el presidente de Ucrania, Víctor Yanukóvich, y los tres líderes de la oposición parlamentaria –Arseni Yatseniuk (Batkivschina), Vitali Klitschko (Udar) y Oleg Tiagnibok (Svoboda), y apoyaron el 23/02/2014 la destitución inconstitucional de Víctor Yanukóvich, y la elección por los diputados de Alexander Turchínov como nuevo presidente.
En la instauración de un poder ilegítimo en Kiev dirigido por ultranacionalistas con la pretensión de marginar políticamente y culturalmente a los sectores de la población de habla rusa, el factor tiempo se convirtió en un elemento decisivo. Tanto la UE como EEUU se apresuraron a reconocer a los nuevos gobernantes.
No obstante, las autoridades de la región autónoma de Crimea y Rusia también entendieron que el tiempo jugaba un papel fundamental para evitar que el ilegal poder de Kiev y la OTAN afianzarán sus posiciones en las regiones pro-rusas del este de Ucrania. Así los acontecimientos se han desarrollado de una forma vertiginosa.
El gobierno ruso ante la incertidumbre de si el derrocamiento del poder constitucional en Kiev era el preludio de una maniobra de la OTAN para arremeter contra Rusia puso en estado de alerta a sus tropas en todo el occidente ruso y reforzó sus efectivos militares en la frontera, a la vez que extendía su operativo militar de común acuerdo con las autoridades de Bielorrusia a ese país.
Las autoridades de Crimea decidieron distanciarse del poder ilegítimo de Kiev buscando su seguridad en la independencia ante las amenazantes proclamas de los ultranacionalistas ucranianos en contra de la población pro-rusa. El 16/03/2014, Crimea decidió en referéndum por una abrumadora mayoría del 96,7% con una participación de más del 80% del censo electoral, constituirse en república independiente y solicitar su inclusión en la Federación de Rusia.
Los dirigentes de Kiev aferrados a su ideología ultranacionalista han ignorado que Ucrania por su diversidad cultural y política solamente es gobernable desde el consenso de todas las regiones y partidos, cuestión que los gobiernos de la UE garantes del acuerdo del 21/02/2014 ya lo sabían, pero cuando al día siguiente lo rompieron y se aliaron con los ultranacionalistas también sabían que estaban apostando por un gobierno irreconocible para la mitad oriental de Ucrania.
Pero, ¿por qué la UE y EEUU optaron por esta vía?, por los resultados esperados que conllevaba tal decisión cabe concluir que fue: porque el principal objetivo de la OTAN era desestabilizar Ucrania apoyando un gobierno ultranacionalista para propiciar una confrontación entre ucranianos y poder controlar en última instancia la península de Crimea y desalojar a Rusia de la misma, objetivo que ha resultado fallido, gracias a la perspicacia y rápida reacción de Crimea y Rusia. La respuesta de Crimea al proclamar su independencia y la de Rusia de avalarla en base al derecho internacional de la autodeterminación, ha desbaratado lo planes de la OTAN y, con ello, Ucrania ha evitado situarse al borde de una guerra civil liderada por los extremistas nacionalistas apoyados por la OTAN contra las regiones prorusas.
Y ahora la UE tras esa apuesta fallida se encuentra, con un país regido por socios ultranacionalistas incapaces de generar consensos con la parte oriental del país que permitan implementar las medidas económicas que la UE y el FMI quisieran imponer a Ucrania, por ello, la crisis política en Ucrania será prolongada y las expectativas que el actual gobierno de Kiev y la UE han creado se verán con el paso del tiempo que son inviables.
En esta descabellada apuesta de la OTAN liderada por EEUU, Alemania era la que más tenía que perder, pero la incapacidad de los dirigentes alemanes para oponerse dentro de la OTAN a este plan ha situado a Alemania como el principal perdedor. Los dirigentes alemanes, en su ceguera seguidista de los estrategas de EEUU, han conseguido uno de los objetivos de EEUU y es que Alemania se distancie de Rusia, cuando si Alemania tuviera una visión independiente comprendería que las buenas relaciones con Rusia son fundamentales para sus intereses políticos y económicos.

La interpretación del derecho internacional en la autodeterminación de Crimea
EEUU y la UE, al ver frustrada su maniobra de acoso a Rusia, pretenden utilizar la independencia de Crimea y su incorporación a la Federación de Rusia para acusar a Rusia de violar la ley internacional, un argumento que si bien es discutible según los casos, pues, la carta de la ONU reconoce tanto el derecho de autodeterminación de los pueblos como la inviolabilidad de la integridad territorial de la naciones, esta dualidad solamente es resoluble por la decisión democrática de los afectados. Checoslovaquia desapareció como nación y por decisión democrática surgieron las actuales Chequia y Eslovaquia. Marruecos ocupa el Sahara Occidental cedido a ese país por la dictadura franquista española, y la ONU ha venido reconociendo el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui. Recientemente Sudán se dividió en dos países Sudán Norte y Sudán Sur. En esta dicotomía, los cambios territoriales hay que entender que son legales cuando la mayoría de una población quiere autodeterminarse. En el caso de Crimea la imposición de un gobierno de Kiev cuando la inmensa mayoría de la población de Crimea está en contra del mismo no tiene ninguna viabilidad política, y la autodeterminación se constituye en un derecho incuestionable, más cuando históricamente Crimea formó parte de Rusia desde la Segunda Guerra Mundial en base a los acuerdos de posguerra de las potencias vencedoras sobre el fascismo, por lo tanto su reincorporación a Rusia no rompe el orden establecido de posguerra en base a esos acuerdos, y enmienda la decisión del gobierno soviético en 1954 de anexionar Crimea a Ucrania sin que mediase consulta popular.
En este contencioso China, si bien ha manifestado su comprensión hacia las autoridades rusas en sus decisiones políticas sobre Crimea, en el Consejo de Seguridad ha mostrado una actitud equidistante absteniéndose en la resolución presentada por las potencias occidentales: EEUU, Francia y Gran Bretaña, para declarar invalida la autodeterminación de Crimea, resolución que no prosperó por el veto de Rusia. La actitud no comprometida de China como la de la mayoría de los países que consideran a Rusia un actor y aliado importante en la escena mundial, entre los que se incluyen el resto de países BRICS, es comprensible debido a que la rapidez de los acontecimientos que han derivado en la autodeterminación de Crimea, les obliga a tener una posición prudente en la consideración de si debe prevalecer en la interpretación del derecho internacional, el derecho a la Autodeterminación o el derecho a la unidad territorial de los Estados, evitando con la abstención una mayor polarización política mundial, una postura esperada también ante la Asamblea General de la ONU.

El recurso a las sanciones de EEUU y la UE
La UE y EEUU, quieren traducir su enojo por sus cálculos fallidos en sanciones contra Rusia, y se han empeñado en una campaña mediática para justificar ante su ciudadanía las mismas. Es un hecho recurrente en toda acción de los países de la OTAN contra otros países la previa puesta en marcha del aparato de propaganda política ejercida a través de los medios de comunicación que controlan, para formar a su ciudadanía en el autoarrogado derecho de Occidente a constituirse en juez universal contra los países que quiere castigar. Una educación política de su ciudadanía que, por el momento, se realiza con éxito, siendo sobre todo la mayoría de intelectuales participes de la misma.
Hasta ahora la retórica propagandística de  las sanciones contra Rusia no han ido más allá de restricciones políticas al tránsito de personalidades políticas rusas, ya que su extensión al campo económico son de difícil aplicación, pues cualquier sanción puede tener una respuesta por parte de Rusia, que pudiera afectar no solamente a la dependencia energética que Europa central y oriental tienen de Rusia, sino porque en una escalada de sanciones económicas todos tendrían mucho que perder, incluso el mundo financiero podría verse seriamente afectado si Rusia uno de los principales exportadores de combustibles fósiles mundiales decidiera no admitir el dólar como divisa de pago.
Es muy probable que las sanciones se queden en meros hechos simbólicos para justificar la supremacía occidental, pero lo que es evidente que el paso dado de acoso abierto contra Rusia ha abierto un nuevo capítulo en las relaciones internacionales.

La obligada definición de una nueva política internacional de Rusia 
Rusia no puede pasar ya por alto el acoso de EEUU y la UE que se va forjando como una tela de araña en la que la OTAN avanza hacia sus fronteras, despliega redes de misiles interceptores cerca de las mismas alterando el equilibrio militar, y forma políticamente a la ciudadanía occidental para que vea a Rusia como un enemigo. Rusia tiene estrechos lazos económicos con la UE pero Occidente a diferencia de China no es un socio que separe la economía de la política y quiere que los países ricos en materias primas estén gobernados por gobiernos bajo su tutela. El PIB de la UE y EEUU supone en torno al 45% del PIB mundial, con una población que no llega al 12% del total mundial. La relación entre PIB y consumo de energía viene a ser equivalente, por lo tanto, mantener el estatus económico de ese 12% de la población supone disponer del control de las materias primas, y por ello la UE y EEUU no parecen dispuestos a admitir el creciente soberanismo de Rusia.
En cierta ocasión, Putin llegó a afirmar que tras la disolución del Pacto de Varsovia la existencia de la OTAN era un anacronismo histórico, tal vez entonces Putin confiaba que Rusia fuera acogida por Occidente como un socio más, pero los hechos históricos no avalan esa confianza de hace unos años de Putin. La OTAN tiene una razón de ser y es mantener la supremacía política y económica mundial occidental. La pertenencia de Rusia al G8, al que el resto de miembros del G7 han anunciado anular, puede ser más que una sanción una oportunidad para el tránsito de Rusia hacia un nuevo camino en el área internacional.
Rusia tiene que pensar que las relaciones económicas con los países desarrollados por ser los mayores demandantes de energía es un imperativo obligado, pero también tendrá que pensar en diversificar sus socios económicos y, sobre todo, tendrá que pensar que mantener su ideario soberanista le obliga a buscar socios políticos fuera del G8 para ser una potencia emergente que aspire a jugar un mayor papel en la política mundial para alcanzar un nuevo equilibrio internacional desde el que poder trabajar por la aspiración, ya arraigada en los países BRICS y otros países emergentes, de un mundo libre de hegemonías, un mundo al que EEUU y sus aliados no quieren renunciar.

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01/03/2014

NOTICIA. El 25/02/2014, el secretario de Defensa, Charles Hagel, presentó un presupuesto para 2015 que reduce el tamaño del Ejército de 520 mil soldados a 450 mil en cinco años.

NOTICIA. El 25/02/2014, EL senador John McCain, republicano por Arizona, calificó de grave error los recortes de fondos propuestos por el Pentágono, acción que afirmó envía una señal equivocada a nivel internacional.

NOTICIA. El 27/02/2014. El Secretario de Estado de EEUU John Kerry, en rueda de prensa denunció lo que llamó un "nuevo aislacionismo" en los Estados Unidos, señalando que algunos estadounidenses no perciben la conexión entre el compromiso de los EEUU en el extranjero, con la economía y sus propios puestos de trabajo.

Comentario

Realineamientos geoestratégicos de EEUU en un mundo en transformación

La evolución de los acontecimientos mundiales durante los últimos años está obligando a EEUU a redefinir continuamente su estrategia global para no perder influencia política mundial. Los factores de  los cambios estratégicos globales de EEUU en el presente siglo tienen que ver con tres cuestiones fundamentales: 1.- la diferencia ente el resultado esperado de éxito de sus intervenciones militares directas en Afganistán e Irak, y el resultado real de fracaso de las mismas al término de ambas guerras; 2.- la emergencia económica de otras naciones mundiales, principalmente los países BRICS y su creciente influencia en África, Asia y América Latina, y 3.- la crisis económica estructural del modelo neoliberal vigente entre 1973 y el 2008.

Una vez desaparecida la URSS y el caos siguiente en el que se sumió Rusia; EEUU sin oponente militar, por defunción del adversario, podía proclamar que la batalla estaba ganada, y que era el momento de lanzarse a regir los destinos del Mundo desde la nación que se había constituido incuestionablemente en el Centro del sistema político y económico mundial: Estados Unidos.
Con el comienzo del siglo XXI entró en el gobierno de EEUU el partido republicano con George W. Bush como presidente. Los nuevos estrategas de la Casa Blanca aspiraban a instaurar un nuevo orden mundial basado en el liderazgo inequívoco de EEUU ante el “desorden” en el que había quedado el mundo al finalizar la Guerra Fría. Tras el atentado terrorista contra las torres gemelas de Nueva York el 11S del 2001, todo se desarrolló como si de un guión escrito se tratara. El gobierno de Estados Unidos diseñó un Plan mundial por el que se magnificaba la amenaza terrorista, con ello, se tenía el pretexto para formular la política del ataque preventivo, “atacar para evitar se atacado”. El primer objetivo fue Afganistán bastión del fundamentalismo islámico. Se derrocó al gobierno de los talibanes, al mundo le pareció bien y el nuevo gobierno de ese país tuvo la bendición de la ONU. Eso animó a los estrategas de EEUU a seguir adelante en su política de instaurar un mundo unipolar bajo la égida de Estados Unidos e invadieron Irak.
Las dos invasiones fueron todo un éxito, mas cuando parecía inevitable que este plan funcionara, comenzó poco a poco a desmoronarse. Varios países y movimientos sociales se opusieron a esta política de invasiones, pero por encima de estas objeciones a la estrategia de la invasión, lo que hizo inviable la misma, fue la constatación de una verdad histórica inconmovible: “que la época histórica de los Imperios Coloniales con presencia militar y administración del invasor en territorio ocupado había pasado”. Como en Vietnam el guión parecía también escrito, la ocupación inicial se ganaba pero la guerra a la postre se perdía. Los estrategas de EEUU y sus aliados se dieron cuenta tarde de que habían subestimado las lecciones de su propia experiencia histórica y la de otras potencias coloniales donde se demostraba que la fortaleza de las naciones descansa en última instancia en la conciencia nacional de las personas que las pueblan, y por ello, la descolonización no era reversible históricamente y tampoco era posible que sus propias sociedades aceptaran con indiferencia el horror de la tortura y de los campos de concentración como el de Guantánamo.

La crisis económica iniciada en el 2008, es una crisis estructural con características especiales: 1º- porque es una crisis global; 2º- porque la crisis se ha generado en los centros más poderosos de la economía mundial y lo ha hecho a su vez en el corazón que rige el sistema económico global, el sistema financiero, y 3º- porque es una crisis para la cual, debido a las profundas interconexiones económicas mundiales, no caben soluciones parciales proteccionistas como ocurrió en la crisis de 1873 y 1929.
La estrategia de la clase financiera Occidental, de ganar tiempo para rehacerse de su crisis, además de afectar negativamente a las clases medias de los países ricos, tiene también una incidencia negativa en los países en desarrollo que ven mermada su actividad productiva de exportación al no reactivarse la demanda en los países ricos. Esta situación está llevando a los países emergentes: Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica (BRICS), a actuar con premura y a no esperar la reactivación de los países ricos, orientándose hacia un cambio de su modelo de desarrollo económico de producción manufacturera y de exportación de materias primas hacía los países ricos por otro que complemente el mismo, con el desarrollo del consumo interno de bienes y servicios y el fortalecimiento de las relaciones comerciales entre los propios países emergentes y en desarrollo.
De los países emergentes, China es el país que está en mejores condiciones de remontar la crisis económica al no tener apalancamiento financiero, ni intereses creados de una oligarquía financiera, como sucede en Occidente que puedan frenar la reactivación económica, sino todo lo contrario, tiene sus finanzas saneadas y con una gran reserva de recursos financieros siendo el principal acreedor de EEUU. Por otra parte, dispone de una potente banca pública que le permite controlar los procesos especulativos financieros. Y aunque va a sufrir durante un tiempo indeterminado la crisis y reconversión de su industria exportadora debido a la caída de la demanda de los países ricos, la estrategia económica basada en la implementación de la demanda agregada interna se está viendo, en pocos años,  que está teniendo dos efectos positivos: por una parte, está aliviando la caída de las exportaciones por el retraimiento de la demanda exterior y, por otra, le está permitiendo crear infraestructuras que facilitan la incorporación de millones de personas a lo bienes y servicios de consumo privado, de esta forma se crea un nuevo paradigma económico de fortalecimiento de la demanda interna, favoreciendo con ello una rápida y sostenida superación de la recesión económica.
Este ritmo diferente para salir de la crisis, rápida y cierta en China, y lenta e incierta en los países desarrollados está contribuyendo a que China se convierta en un polo económico articulador de otras economías emergentes principalmente de Latinoamérica, África y los países euroasiáticos.

No obstante, a pesar de estos rápidos cambios históricos en los inicios del presente siglo, los mismos no están siendo percibidos por todos los dirigentes políticos occidentales y, en Estados Unidos desde el 2008, existen fuerzas políticas y económicas que continúan apostando por persistir en la estrategia formulada en la era Bush de llevar su hegemonía militar al resto del mundo, pero también existen fuerzas que han comprendido que ese camino solamente puede llevar a varias y prolongadas guerras a la vez en distintas partes del mundo, para las que la sociedad estadounidense ni su economía está preparada, lo que está obligando a EEUU a redefinir su estrategia global, esta segunda opción es la que lentamente se está imponiendo.
EEUU, en la definición de una nueva estrategia global, ante la experiencia de su derrotas en la guerra prolongada, por una parte, se ve obligado a descartar las invasiones militares de presencia militar permanente, lo que le obliga a contemplar escenarios únicamente de guerras cortas; por otra parte, la emergencia de China le ha obligado a tener que rebalancear sus prioridades geoestratégicas hacia la región de Asia-Pacífico, y por último, la crisis económica le obliga tener que ajustar sus presupuestos militares.
La supremacía política mundial de EEUU se soporta en tres pilares fundamentales: 1.- el poder económico; 2.- el poder militar, y 3.- el aparato mediático de propaganda para justificar esa supremacía. El poder económico permite dedicar recursos al gasto militar y al aparato mediático de propaganda. Cuando el poder económico se debilita, los recursos militares se reducen porque mantenerlos supone recortes excesivos en gastos sociales, lo que incide negativamente en la percepción de la ciudadanía.
La base de la hegemonía de EEUU radica pues en su poder económico, pero el mismo es relativo al poder económico cambiante del resto de naciones. EEUU con un PIB de 16,5 billones de dólares, representa aproximadamente un 23% del PIB mundial, pero este porcentaje va disminuyendo relativamente en la medida que el PIB de los países desarrollados y particularmente de los países BRICS crece a un nivel superior. La hegemonía mundial de EEUU, basada en la alta participación de su economía en el PIB mundial, está unida a perpetuar un modelo económico mundial donde la mayoría de los países en desarrollo sigan siendo pobres y suministradores de materias primas. Un mundo en el que el 20% de la población mundial de los países ricos siga acaparando el 80% de la riqueza mundial, mientras que el 80% de la población siga contentándose con el 20% restante del PIB.
En ese modelo económico, EEUU, para mantener su liderazgo político global precisa que los países en desarrollo estén gobernados por oligarquías apátridas beneficiarias de los recursos nacionales, y unidas políticamente a EEUU, mientras sus pueblos continúan en la exclusión social, un modelo éste, que fue el que rigió en los países de América Latina durante la segunda mitad del siglo XX.
No obstante, la tendencia mundial en los países emergentes y en desarrollo es hacia un avance del soberanismo, por ser el mismo la base para alcanzar el desarrollo socialmente inclusivo, lo que supone un desplazamiento del poder político de las oligarquías tradicionalmente dominantes por la irrupción política de las clases sociales mayoritarias más desfavorecidas.
En esta nueva situación, en la que Occidente ante el empuje económico y soberanista de los países en desarrollo pierde relativamente liderazgo económico mundial y en la que sus intervenciones militares están limitadas a guerras cortas por su imposibilidad demostrada de implicarse en guerras prolongadas de agresión; la revisión de la estrategia de EEUU para seguir manteniendo su influencia económica, política y militar mundial, se orienta a intentar revertir esta tendencia creciente.
En esta estrategia, el gasto militar ofensivo no precisa de numerosas tropas terrestres, sino del desarrollo de técnicas y estrategias militares orientadas a subvertir los gobiernos de las naciones que no asumen la tutela estadounidense, primando en el gasto militar la inversión en espionaje en el aparato propagandístico mediático y el apoyo económico a los grupos políticos afines a EEUU en los países con gobiernos rebeldes a ser tutelados.
Esta estrategia conlleva en el seno de los países que EEUU quiere subvertir el poder político, a una profunda lucha entre los sectores de la población más desfavorecidos y que aspiran al desarrollo autónomo social e inclusivo, y las clases adineradas que anteponen sus particulares intereses al progreso nacional y la inclusión social.
En esta lucha, el objetivo estratégico principal de EEUU es conseguir gobiernos afines a su tutela y, en caso de no conseguirlo, destruir las bases económicas de la nación rebelde propiciando todo tipo de enfrentamientos, sectarios, étnicos, ideológicos o religiosos.
El modelo libio de nación desestructurada tras la intervención de la OTAN, o el modelo de Arabía Saudita donde una oligarquía medieval sumisa a EEUU rige los destinos del pueblo, son los dos modelos de naciones que a EEUU le gustaría hacer extensivo al resto de naciones en desarrollo del mundo.

No obstante, a pesar de éxitos puntuales de esa estrategia estadounidense como es el caso reciente en Ucrania, o lo fue en Libia, y los intentos en Siria o en Venezuela, Occidente sigue globalmente en retroceso. Los cambios que en el presente siglo se están produciendo en varias naciones del mundo, donde las clases medias y más pobres son las que políticamente han desplazado a las oligarquías dominantes aliadas de EEUU,  como ha sucedido en un número creciente de países en América Latina, o lo fue en Rusia que pasó de estar gobernada en los años noventa por una oligarquía que arruinó la nación, a que las clases medias hayan pasado a estar representadas en el poder, o la emergencia de China, es lo que inquieta a John Kerry y John McCain en sus distintas declaraciones.
Un retroceso que continuará porque los intereses de EEUU no satisfacen objetivamente las aspiraciones de soberanía, paz y desarrollo de las sociedades de la mayoría de las naciones del mundo, aspiración en la que la emergencia de los países BRICS como articuladores de espacios de desarrollo económico está ganando posiciones en los últimos años, pero que no alcanzará su apogeo hasta que el PIB de los países emergentes y en desarrollo supere ampliamente el PIB de los actuales países desarrollados y con ello su participación en el PIB mundial sea determinante.
Una lucha que puede durar dos o tres décadas, pero que cuando se produzca el cambio económico, la hegemonía occidental de más de doscientos años desaparecerá y la posibilidad de inaugurar un mundo libre de hegemonías, respetuoso entre naciones y basado en la paz y el desarrollo será posible.