Mayo 2013



25/05/2013

NOTICIA. La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, participa como invitada en la cumbre del 50 aniversario de la Unión Africana en Addis Abeba, Etiopia.

Comentario

La confianza un valor en alza en las relaciones internacionales

La ventaja de las potencias desarrolladas de concentrar hasta principios del siglo XXI el consumo de más del 75% de la demanda comercial mundial* les ha servido históricamente para basar sus relaciones políticas y comerciales con los países en desarrollo en la “imposición”, y el factor de la confianza como fundamento de las relaciones internacionales no era necesario, pues los países en desarrollo no tenían más salida comercial internacional que la que le brindaban los países desarrollados y por lo tanto estaban obligados a aceptar sus condiciones, pero el auge de los BRICS está cambiando la reglas de juego comerciales internacionales, pues los países en desarrollo pequeños y medianos encuentran otros socios con los que establecer competitivamente sus relaciones comerciales.
En este nuevo escenario la confianza entre naciones es el factor que puede hacer que una nación en desarrollo prefiera elegir un socio confiable al que no lo es por su afán de entrometerse políticamente en sus asuntos internos.
Se está viendo en América Latina, China que basa sus relaciones en los cinco principios de la coexistencia pacífica gana peso en el comercio y desplaza a EEUU y a la UE, y Rusia vende armamento defensivo en esos países cuando antes las potencias occidentales acaparaban esos mercados.**
El juego político de propiciar o amenazar con el aislamiento comercial a la nación que no se aviniese a sus dictados, le permitió a Occidente someter a su tutela a los países en desarrollo, pero actualmente, en un mundo multipolar, con esa estrategia los países desarrollados pierden comercio e influencia.
Una vez que los países emergentes alcancen un nivel tecnológico en oferta de productos equiparables a los de los países industrializados y la demanda de sus mercados internos aumente, la ventaja de los países industrializados de 200 años de innovación productiva ya no les servirá para determinar impositivamente las relaciones comerciales, y será la confianza el factor que propicie el auge comercial entre naciones, con lo que la política de la imposición comercial practicada durante 200 años por Occidente irá quedando obsoleta.
Llegado ese momento, la confianza entre potencias tecnológicas y países medianos y pequeños ya no será evaluada solamente por la relación bilateral, sino por la política global de cada potencia, pues, ¿Qué país podrá dejarse seducir por los cantos de sirena de relaciones de confianza bilaterales de una potencia que a su vez práctica en otra nación políticas impositivas a través de promover, por ejemplo, bloqueos comerciales?
La imposición ira dejando de ser negocio y la confianza será una inversión rentable.
Ya lo está siendo en las relaciones Sur-Sur y las naciones BRICS se benefician de esta política.
Occidente puede seguir enrocado en su política de la imposición que lo ancla al pasado, mientras tanto, otras naciones más perspicaces a la hora de interpretar el cambio de época seguirán construyendo el mundo de Paz y desarrollo y beneficiándose recíprocamente del mismo.

*NOTA 1


------------------------


14/05/2013


NOTICIA. Se reúnen Barack Obama y David Cameron para tratar la situación en Siria.

NOTICIA. El vicepresidente chino, Li Yuanchao, visita Argentina y Venezuela para impulsar las relaciones bilaterales entre China y los dos países sudamericanos.

Comentario

El impulso geoestratégico

La política internacional en la segunda década del siglo XXI responde principalmente a dos concepciones globales sobre el destino de la humanidad que conforman a su vez dos impulsos geoestratégicos de diferente naturaleza; un impulso geoestratégico fuerte cuya finalidad es la hegemonía mundial para el beneficio de unas pocas naciones y está liderado por EEUU, y un impulso geoestratégico suave* cuya finalidad es la prosperidad económica compartida de las naciones y está protagonizado principalmente por China.
La naturaleza del impulso geoestratégico determina la actuación geopolítica. Las naciones que participan del impulso geoestratégico fuerte, se basan en la supremacía política sobre otras naciones,  la acción militar es ofensiva y la política exterior es injerencista. En las naciones que participan del impulso geoestratégico suave, el discurso político se fundamenta en el reconocimiento de la convivencia en igualdad entre todos los sistemas políticos mundiales correspondiendo a las sociedades de cada nación cambiarlos sin intromisiones foráneas, la acción militar es defensiva y la política exterior no injerencista.
Las potencias occidentales de la OTAN, Japón y Corea del Sur se incluyen en el proyecto de EEUU aceptando su liderazgo. De la concepción de desarrollo económico universal compartido participan los  países en desarrollo más importantes y significativamente los latinoamericanos agrupados en la organización ALBA. En el caso de las potencias fuera de la tutela estadounidense y que carecen de un ideario global su política exterior se fundamenta en la acomodación pragmática de sus intereses como nación en el escenario internacional. En el caso de Rusia este pragmatismo se expresa en su inclusión en el grupo BRICS con intereses afines en la promoción de beneficios mutuos y la observancia del derecho internacional, pero también participa en el G8.

El impulso geoestratégico ha ido cambiando en la historia contemporánea. Hasta la Segunda Guerra Mundial, el impulso geoestratégico fuerte liderado por las potencias europeas se impuso al resto del mundo con su colonización, este impulso se manifestaba a su vez en la pugna entre potencias por el control del centro del sistema mundial para alcanzar la hegemonía mundial que desató dos guerras mundiales en la primera mitad del siglo XX.
Al término de la segunda Guerra mundial se confrontaron dos proyectos globales con dos impulsos geoestratégicos fuertes liderados por EEUU y la URSS. Ambos pretendieron la hegemonía mundial a través de la ampliación de áreas de influencia geoestratégica exclusiva. Entre ambos se abriría un mundo de naciones intermedio formado por la mayoría de las naciones formadas tras su emancipación colonial. El derrumbamiento de la URSS daría la victoria a EEUU, consolidándose como la potencia hegemónica mundial.
Tras el final de la Guerra Fría, el impulso geoestratégico liderado por EEUU se orientaría a preservar el modelo económico basado en la demanda económica efectiva mundial de los países desarrollados (80% del PIB mundial), y mantener a los países en desarrollo en régimen neocolonial (80% de la población mundial) para asegurarse en un mundo con recursos limitados el uso mayoritario de los recursos planetarios, promoviendo para ello que los países con abundantes recursos de materias primas estuvieran gobernados por clases políticas afines a los intereses de EEUU con las que asegurar la tutela efectiva de estas naciones.
En ese sentido, el discurso político del impulso geoestratégico fuerte liderado por EEUU presenta un mundo dividido en dos categorías: los países aliados de EEUU, y los que no lo son, en estos últimos EEUU se arroga el derecho de cambiar sus gobiernos por la vía del complot o de la fuerza militar.
En la primera década del siglo XXI, la guerra de Afganistán y la de Irak formarían parte del proyecto de cambios de gobierno por la fuerza de las armas, pero la evolución de las guerras en estos dos países ha mostrado que el impulso geoestratégico fuerte tiene sus limitaciones, pues, a una acción fuerte, la reacción es también fuerte, y la fuerza de las armas no ha podido someterlos, ante lo que EEUU ha optado por la devastación de sus infraestructuras.
No obstante, la estrategia de desgaste de las economías de los países que no aceptan la tutela estadounidense bien a través del boicot o de la guerra es limitada a unos pocos países relativamente medianos y pequeños y es imposible aplicarla con éxito, a pesar de los intentos desestabilizadores, a potencias emergentes como son los BRICS que marcan el paso hacia un mundo multipolar.
El mundo poscolonial de los países en desarrollo está cambiando tras la crisis económica del 2008, los países que antes no veían otra salida económica que su comercio con los países desarrollados ahora recelan y temen ser dependientes de los mismos y la mayoría de países en desarrollo apuestan por la diversificación de su comercio con las potencias económica y tecnológicamente emergentes en un escenario de soberanía, paz y desarrollo.
En ese escenario el impulso geoestratégico suave basado en el ideario de la promoción de la prosperidad económica y la confianza compartida de las naciones encuentra las condiciones óptimas para prosperar.
Tal cuestión se está viendo en los cambios que está experimentando América Latina. La fuerte intromisión y depredación de sus recursos por parte de EEUU y otras potencias occidentales en los países de la región en la segunda mitad del siglo XX, ha tenido desde el inicio del siglo XXI una reacción fuerte, imponiéndose una pujante revolución democrática en la mayoría de los países latinoamericanos que ha desplazado del poder a las oligarquías económicas locales políticamente subordinadas al neocolonialismo de EEUU.
El importante impulso de China como socio comercial en la región latinoamericana es fruto de la combinación de dos factores, el primero, de la necesidad de los países latinoamericanos de superar el modelo neocolonial de subordinación de su economías a los países desarrollados, y el segundo, de la emergencia de China como potencia económica y tecnológica en el área internacional que les permite diversificar competitivamente sus intercambios comerciales.
Mientras que EEUU y los países occidentales siguen permanentemente instalados en el complot y la injerencia para cambiar los gobiernos rebeldes a su tutela, China basada en el ideario de los cinco principios de la coexistencia pacífica no se inmiscuye en los asuntos políticos internos de otros países, lo cual refuerza los lazos políticos al aumentar la confianza como consecuencia de unas relaciones leales entre naciones.**
El mundo de las naciones en desarrollo se ha convertido en la segunda década del siglo XXI en un campo abonado para el crecimiento del impulso geoestratégico suave basado en el ideario de la confianza y el beneficio muto entre naciones en una comunidad mundial de destino compartido, tanto para alcanzar el desarrollo económico como para afrontar los graves desequilibrios medioambientales y, por ello, en el actual estadio en el que se encuentran las naciones en desarrollo, tiene muchas posibilidades de desplazar al impulso geoestratégico fuerte basado en el ideario de la hegemonía mundial para el beneficio de unas pocas naciones lideradas por EEUU. ***


*NOTA 1 Se utilizada el término suave en el sentido de un impulso blando, tranquilo, moderado.

**NOTA 2
A propósito del recorrido internacional que tiene previsto realizar el premier chino, Li Keqiang, del 19 al 27 de mayo en el que visitará la India, Pakistán, Suiza y Alemania, Qu Xing, director del Instituto de Estudios Internacionales de China, resalto las siguientes premisas de la diplomacia de China:
Más de tres décadas de reforma y apertura han demostrado que el desarrollo de China es inseparable del resto del mundo, al tiempo que un mundo más próspero está asociado cada día más con China. China y el resto del mundo se han convertido en una comunidad con destino compartido.
Las visitas de Li, que se producen en momentos en los que China está desempeñando un papel aún más prominente en la arena mundial y en el que el país tiene un creciente significado económico, demostrarán la visión de destino compartido y la creencia de China en el desarrollo común.

*** NOTA 3
Según el último informe del Banco Mundial (BM ) Global Development Horizons (Horizontes de Desarrollo Global) de mayo del 2013. El PIB mundial pasará de los 64 billones de dólares (US$) en el 2010 a 158 billones de dólares constantes del 2010, en el 2030. La mitad del PIB global previsto para el 2030 se encontrará en los países en desarrollo, en comparación con la cifra actual por debajo del 30%.
En el 2030, los países en desarrollo representarían el 87 por ciento del crecimiento global y el 50 por ciento del comercio global.  China representará el 30 por ciento de la inversión total, y la inversión de Brasil, India y Rusia en conjunto supondrá más de un 13 por ciento del total. Estados Unidos, por su lado, ostentará el 11%.
Las inversiones en el mundo en desarrollo serán entonces de (US$) 15 billones, frente a los 10 billones de las economías avanzadas.
Estos cálculos están basados en un crecimiento de las economías avanzadas de entre 2,6% y 3% al año, mientras que las en desarrollo lo harán a entre un 4,8% y un 5,5%.

--------------------------


10/05/2013


NOTICIA. El Ejecutivo argentino convocó el 10/05/2013 a elecciones primarias y legislativas en las que, por primera vez, podrán votar los jóvenes que hayan cumplido 16 años

Comentario

El voto a los 16 años una medida para la renovación política continua de la sociedad

En el siglo XXI, la implantación del derecho político del voto a los 16 años forma parte de la progresiva incorporación histórica a la participación electoral de los sectores excluidos del sufragio universal.
------
Las ciudades de la Antigua Grecia fueron las primeras en la historia de la humanidad en implantar el derecho a votar, si bien, en la concepción que los antiguos griegos tenían de la democracia estaban excluidos los esclavos y las mujeres que componían la mayoría de la población.
Tras esa primera experiencia democrática, la humanidad se adentró en el oscuro túnel del denominado Antiguo Régimen constituido por Emperadores y Reyes tiránicos en el que la mayoría de la población era considerada esclava o súbdita sin ningún tipo de derecho político.
La revolución de independencia de EEUU en 1776 y la revolución social francesa de 1789 abrirían el camino a la restauración del derecho al sufragio universal bajo el nuevo concepto de la soberanía de la nación basada en el pueblo, que iría poniendo fin al régimen del Rey como soberano de territorios y personas.
En el siglo XIX los países que incorporaron a sus constituciones el sufragio universal excluyeron del mismo a sectores de población por su condición social, de sexo, raza o religión. Esta exclusión traería movimientos reivindicativos sufragistas que progresivamente se fueron abriendo camino, siendo reconocidos sus derechos políticos.
Las argumentaciones, desde quien ejercía el poder, para justificar las restricciones a determinados colectivos sociales de su derecho al voto fueron diversas. En la exclusión por motivos de renta, se argumentaba que “el derecho al voto de las personas con baja renta podía acabar con la propiedad privada, pues las personas pobres votarían a favor de la enajenación de los bienes de los ricos para su propio beneficio”; la privación a la mujer del derecho al voto se basaba en razones culturales, “considerando a la mujer no apta para opinar sobre los asuntos públicos y políticos”, y la exclusión por motivos raciales se basaba en la consideración de que “los esclavos o descendientes de los mismos constituían un grupo social inferior”.
Todas estas restricciones han ido siendo superadas por la fuerte oposición de los marginados en un reclamo constante por el reconocimiento de sus derechos civiles.
En este recorrido histórico, iniciado en las primeras revoluciones liberales, se ha evidenciado que la democracia es un sistema político perfectible según las características e historia de cada nación, y que su alumbramiento y evolución es perceptible y por lo tanto consustancial a la propia sociedad por lo que no puede ser impuesta foráneamente, sin que exista por otra parte un patrón único para ejercerla.
La edad del derecho al voto ha ido cambiando con el paso del tiempo. En el siglo XIX se situaba por encima de los 21 años, posteriormente se generalizaría a la mayoría jurídica de edad que ha venido estableciéndose en los 18 años. Actualmente existen ya varios países que tienen instituido el derecho al voto por debajo de esa de edad: Nicaragua; Brasil; Cuba; Ecuador y Argentina en América Latina; Austria; Chipre, y Eslovenia en Europa, tienen instituido el derecho de voto a los 16 años; a los 17 años tienen derecho de voto en Indonesia y a los 15 años en  Irán. Actualmente están en proceso de discusión para la implantación del voto a los 16 años en Bolivia y Chile en Sudamérica, y en el Reino Unido en Europa.
La opinión de quienes se oponen a la implantación del derecho del voto a los 16 años es mayoritaria a nivel mundial, su oposición se basa principalmente en el argumento de “la falta de madurez política para ejercer el derecho al voto”, un argumento ya viejo y conocido que también se usaba contra el movimiento sufragista femenino, pero este argumento no se sostiene por la propia experiencia que ofrecen los países que tienen implantado el derecho de voto a los 16 años, donde este grupo de edad ejerce el mismo de forma responsable.
No obstante, el derecho de voto a los 16 años no solo forma parte de la ampliación histórica del sufragio universal a colectivos cada vez más amplios, sino que en los países con un acusado envejecimiento demográfico se ha convertido en una necesidad política de los propios jóvenes si quieren tener un mayor peso en las decisiones políticas.
Los países desarrollados que tienen una relación más alta del grupo de edad superior a 65 años respecto del grupo de edad menor de 16 años son los europeos y Japón, tal y como se puede ver en el Cuadro Anexo.
Estos países se caracterizan por ser políticamente xenófobos y no admiten flujos inmigratorios de países en desarrollo como forma de compensar su desequilibrada estructura demográfica, por lo que su capacidad de rejuvenecimiento demográfico es muy baja.
Por otra parte, son los países donde la crisis económica está teniendo un mayor impacto social entre los jóvenes debido al desempleo.
Objetivamente, los jóvenes de estas sociedades se han convertido en un sector social que necesita que se realicen profundos cambios políticos para asegurar su porvenir y prosperidad, y solo desde la participación política activa principalmente la electoral pueden aspirar a esos cambios.
Subjetivamente, la reivindicación del voto a los 16 años implica una revolución en la forma de pensar de los jóvenes de las sociedades desarrolladas y envejecidas, pues supone pasar de considerarse sujetos políticos pasivos donde las generaciones mayores tienen que procurarles el sustento y asegurar su porvenir y prosperidad, a considerarse sujetos políticos activos transformadores de la sociedad en la que viven. Una transformación que no puede venir de reforzar la tendencia política xenófoba sino de la alianza con los jóvenes inmigrantes para incorporarlos al sufragio universal.

Cuadro anexo

------------------------------



05/05/2013


NOTICIA. Representantes mundiales de diferentes países se reunieron en Bonn Alemania para preparar una nueva ronda de conversaciones de la ONU sobre cambio climático.

Comentario

Emisiones de CO2. Responsabilidades comunes pero diferenciadas

El 3/5/2013 se celebraron en Bonn Alemania las conversaciones para el diseño de un acuerdo sobre cambio climático antes del 2015 vinculante para los países desarrollados y en desarrollo que entraría en vigor en el 2020, y la forma de coordinar los esfuerzos contra el cambio climático de cada país en el periodo previo al 2020.
Las bases para alcanzar un acuerdo vinculante entre los países desarrollados y en desarrollo tienen como punto de partida la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático de Doha del 30 de noviembre de 2012 en la que se acordó proceder a la elaboración de un texto basado en el principio de "responsabilidades comunes pero diferenciadas”.
No obstante, en la reunión de Bonn, los países desarrollados trataron de socavar el principio de "responsabilidades comunes pero diferenciadas" sobre el que deben regirse las medidas a tomar para hacer frente a las emisiones de gases de efecto invernadero, argumentando que tal diferenciación ya no es adecuada proponiendo los mismos esfuerzos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para los países en desarrollo y los países desarrollados.
-------
Los países desarrollados tienen la mayor parte de la responsabilidad en el cambio climático mundial. Una gran parte de los gases de efecto invernadero que se emitieron durante su proceso de industrialización siguen existiendo en la atmósfera, y las consecuencias climáticas la soportan ahora los países en desarrollo sin haber sido responsables de esas emisiones.
Desde el punto de vista de las emisiones globales se puede considerar que el cupo de emisión de los países desarrollados ha sido agotado por sus emisiones acumuladas históricamente. Este cupo de emisión no ha desaparecido y se mantiene constante en el aire atmosférico en forma de gases de efecto invernadero, tal y como se puede ver en los datos de concentración del CO2  en la atmósfera desde el periodo preindustrial en el siglo XVIII. *

Evolución histórica de la concentración del CO2 en el aire atmosférico
Fuente: Earth System Research Laboratory NOAA. Elaboración propia.

La concentración de  CO2  en la atmósfera en el periodo preindustrial era de 280 ppm y en el 2011 de 391,8. Entre 1980 y el 2011 se produjo casi la mitad de ese incremento al aumentar en ese periodo el CO2 en 53,2 ppm, pasando de 338,6 ppm en 1980 a 391,8 ppm en el 2011, siendo las regiones mundiales más industrializadas las principales responsables de la emisión de CO2 como se puede ver en el siguiente Cuadro.

Cuantificación de las responsabilidades históricas de las emisiones de CO2
CO2 (Mt) acumulado 1980-2011 según regiones del mundo
Fuente EIA. Elaboración propia

Norte América; la región euroasiática que comprende los países de la antigua URSS; Europa, y el Medio Oriente son los principales responsables de las emisiones de CO2, mientras que Asia Oceanía; Centro y Sur de América, y África han tenido una participación por debajo de la media mundial.
Los países en desarrollo se enfrentan en las próximas décadas a los desafíos de desarrollar la economía, eliminar la pobreza y mejorar la vida de la población, por lo que las acciones de mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero de los países en desarrollo deben ser acordes con sus circunstancias nacionales y apoyadas con los recursos financieros y tecnología de los países desarrollados.
Esas son las razones de equidad en las que se sustenta el principio de "responsabilidades comunes pero diferenciadas".
Pero al parecer los países desarrollados, dentro de la consideración neocolonial que tienen de los países en desarrollo, lo que pretenden es que éstos renuncien a su propio desarrollo para no ser contaminantes y continúen únicamente como suministradores de materias primas de los países desarrollados, cuestión que los países en desarrollo no lo van aceptar.
La lucha contra el cambio climático precisa cada vez más de un acuerdo mundial donde se imponga el criterio de destino común compartido de todas las naciones en un planeta con recursos limitados de los que todas las naciones deben poder beneficiarse por igual.
Y en ese destino común compartido no cabe la concepción neocolonial de que unos pierdan para que otros ganen, correspondiendo a los países desarrollados, por su volumen actual e histórico de emisiones, realizar los mayores esfuerzos en  la reducción de emisiones para que otros naciones puedan desarrollarse.
----------

NOTA:

En la liberación del carbono a la atmósfera en forma de gas este se combina con el oxígeno formando el CO2, pero la masa del carbono permanece constante.
En el ciclo terrestre del carbono parte del CO2 atmosférico es absorbido por la biomasa pero desde que se inicio el periodo industrial en el siglo XXVIII, la capacidad de absorción viene disminuyendo por la incidencia antropogénica negativa sobre la misma debido a la reducción forestal y la biomasa marina, por lo que el aumento del CO2 por las actividades industriales se mantiene en la atmósfera.
Si tomamos por ejemplo los sumideros de carbón de la cuenca del Rhur, la masa de carbono que existía bajo tierra antes de su extracción minera y uso industrial, se encuentra ahora en el aire atmosférico en forma de CO2.
La deuda histórica medioambiental de Alemania como de otros países industrializados se puede medir, pues, en ppm de COen el aire atmosférico.

Cuantificación de las responsabilidades históricas de las emisiones de CO2
CO2 (Mt) acumulado 1980-2011 de países con más de 30 millones de habitantes
Fuente EIA. Elaboración propia
--------------------------------------


01/05/2013

NOTICIA. El índice Standard & Poor's 500 alcanzó en la bolsa de Nueva York el 30/04/2013 los 1.597,57 puntos un máximo histórico impulsado por los datos inmobiliarios y de confianza del consumidor en EEUU.

Comentario

La paradoja económica del dinero improductivo

Los beneficios calculados de futuros de los valores bursátiles deben corresponderse a las expectativas reales de crecimiento económico, ello permite al inversor tomar posiciones a futuro y beneficiarse anticipadamente de los dividendos que la actividad económica en cuestión rendirá. Si las expectativas de futuro resultan fallidas el inversor verá como las acciones no alcanzan el valor previsto y perderá la parte de inversión diferencial entre el valor esperado y el valor real que la actividad económica genere.
No obstante el comportamiento bursátil no parece seguir esta ortodoxa norma. Actualmente las economías desarrolladas arrastran una persistente atonía económica, y las expectativas tampoco ofrecen buenos resultados, sin embargo, los valores bursátiles no dejan de crecer. Siendo el caso más significativo el de la UE (ver gráficos anexos).*
Este diferencial entre la economía real y la inversión bursátil es una paradoja que el paso del tiempo tendrá que poner las cosas en su sitio.
Se pueden deducir dos escenarios, el primero sería resultado de que las malas previsiones de crecimiento económico de las economías desarrolladas realizadas por los organismos internacionales no se cumplan y, por lo tanto, la inversión bursátil resulte exitosa, y el segundo escenario es que se esté en los antecedentes de una burbuja bursátil y que la economía real no cubra las expectativas de los inversores y por lo tanto pierdan gran parte de su inversión.
La burbuja bursátil se vio en la crisis del 2008, particularmente en los bienes inmobiliarios. Las expectativas de revalorización por la que habían apostado los inversores no se cumplieron y se produjo una escalada de quiebras empresariales y financieras.
Si bien, los antecedentes del desplome bursátil estuvieron entonces ocultos hasta el último momento. Por ejemplo, entre final del año 2008 y el 2009 toda las economías de los países desarrollados se contrajeron, pero las expectativas de los organismos internacionales y de los gobiernos respectivos en el 2007 preveían un crecimiento sostenido para los siguientes años, ningún organismo internacional anticipó la crisis financiera.
Ahora la situación es diferente, pues ya se conoce y se espera una atonía económica como mínimo para los próximos años, sin embargo, las bolsas están en una situación de proyección de ganancias apoyadas simplemente en datos esporádicos y cortoplacistas.
Esta situación se produce en las economías desarrolladas debido a la gran acumulación alcanzada de la renta inversión y la debilidad de la renta consumo.

En la última fase del periodo neoliberal (1973-2008) que comprendió los diez años anteriores a la crisis iniciada en el 2008 se produjo una fuerte concentración de capital o de renta inversión en pocas manos, esa renta inversión pasó a rentabilizarse en los países desarrollados en un ciclo consumista basado principalmente en la inversión inmobiliaria. La renta consumo para dar salida a la inversión prevista en ese ciclo económico se estimuló con el acceso a los consumidores al crédito fácil. La magnitud de la oferta propiciada por el enorme volumen de la renta ahorro-inversión acumulada, impulsó la demanda efectiva a crédito hasta el límite de llegar a un apalancamiento financiero insuperable, que derivó en una fuerte crisis financiera en el año 2008, poniendo fin al periodo de fuerte acumulación de capital en los países desarrollados del periodo neoliberal iniciado en 1973.
No obstante, en medio de la crisis financiera gran parte de la renta inversión en manos privadas quedó a resguardo en los paraísos fiscales y a través de otras formas de ocultamiento del dinero como grandes sumas en efectivo encerradas en cajas fuertes. La retirada de la renta inversión de empresas y entidades financieras a refugios seguros para evitar ser atrapada en los procedimientos legales de insolvencia, acentuó la crisis financiera. Y los Estados al no poder utilizar esa renta inversión sustraída a su control para hacer frente al déficit financiero, recurrieron al dinero de los contribuyentes.
De esta manera los inversores que anteriormente a la crisis del 2008 apostaron por una rentabilización de sus activos a través de la especulación inmobiliaria, luego no hicieron frente a las consecuencias nefastas de su inversión, acumulando grandes cantidades de dinero en fondos opacos, y ahora el desfase existente entre la enorme renta inversión (mercados financieros) que opera desde la banca en la sombra, y la menguada renta consumo sigue siendo el origen del estancamiento económico en los países desarrollados.**
Desde el punto de vista económico la salida más lógica a la renta inversión oculta sería traducir parte de la misma en renta consumo a través de una acción concertada de las principales economías del mundo para sacarla de sus refugios y expropiar parte de la misma para traducirla en demanda efectiva agregada interna en los respectivos países, con ello, al estimularse la demanda efectiva, la renta inversión se canalizaría hacia la inversión productiva.
En el periodo de las economías nacionales desde la posguerra hasta la crisis de 1973, la renta inversión se acumulaba principalmente dentro de cada nación y, con ello, los Estados podían actuar sobre la misma bajo los principios fiscales de redistribución de la renta para estimular la demanda efectiva agregada, pero en el ciclo neoliberal (1973-2008), con la globalización financiera y su desregulación internacional, ha pasado progresivamente a situarse fuera del control de lo Estados y refugiarse en los paraísos fiscales y la banca en la sombra.
Los dueños de la renta inversión han pasado a su vez a ser quienes controlan los Estados neoliberales pues al disponer del dinero son los que controlan los resortes políticos y mediáticos tradicionales, y ello les permite perpetuar su estatus internacional.
No obstante, los dueños de la renta inversión a pesar de la inexpugnable fortaleza que parece han conseguido levantar en torno a la misma, no pueden evitar que esté sujeta a la evolución de la economía real.
La contradicción en la que están sumidos los dueños de la renta inversión es que no quieren que se les despoje de la misma, pero en sus manos no genera crecimiento económico, pues por mucho que sus dueños gasten en consumo de lujo, el mismo solo representa una pequeña parte de la demanda que se necesitaría para estimular una demanda efectiva que permitiera hacer crecer el PIB sólidamente.
La renta inversión acumulada en el periodo neoliberal y ocultada internacionalmente se ha convertido en un tesoro a buen resguardo convertido en dinero improductivo al no generar crecimiento económico, pero en la situación actual, con la particularidad de que no puede ser traducida a renta consumo o demanda efectiva agregada desde los Estados nacionales debido a la desregulación financiera internacional.
Esta autonomía de la renta inversión e inviolabilidad de quienes la detentan se manifiesta en la forma que tienen de mover el dinero, por una parte, lo destinan a la especulación con las deudas soberanas, que les sirve para incrementar más su renta inversión con los intereses que cobran de sus prestamos, pero a su vez esos intereses empobrecen a los países prestatarios y la demanda se contrae y, con ello, el diferencial entre la renta inversión y la renta consumo aumenta, lo que hace necesario buscar otras salidas complementarias a la misma, y la salida recurrente a esta renta además de la especulación con las deudas soberanas está siendo la inversión desmesurada en bolsa ante noticias que en ningún caso anticipan un crecimiento económico que pudiera ofrecer garantía de beneficios de futuro, o invirtiendo en los países en desarrollo que disponen de una demanda efectiva sólida con el consiguiente riesgo de crear también en estos países una burbuja bursátil por inflación de las expectativas de crecimiento económico.
Si bien, los fundamentos del desequilibrio entre renta inversión y renta consumo que motivan las crisis cíclicas explican el origen de la crisis actual, y que se expresa en el desequilibrio alcanzado en la fase alcista del ciclo económico de una mayor concentración relativa de la renta inversión respecto de la renta consumo, y que ha culminado en la crisis de la demanda efectiva y la caída de la producción, las soluciones para restaurar un equilibrio con la renta consumo que devolviera a las economías de los países desarrollados a la senda del crecimiento no están escritas en ningún manual de economía pues, las mismas son globales y, por el momento, no existe el sujeto internacional con capacidad para implementar la regulación financiera internacional que devuelva a los Estados el control sobre la renta en la sombra, que permitiría sacar a las economías de los países desarrollados del atolladero en el que se encuentran, donde, por una parte, existen grandes cantidades de dinero en la sombra (mercados financieros) para invertir, pero, por otra parte, no existen condiciones de solvencia en los posibles prestarios con iniciativas para la producción de bienes y servicios, ante la falta de renta en los consumidores de esos posibles bienes y servicios para estimular la demanda efectiva y con ello la producción y el empleo.
Al haber menos productos en el mercado y aumentar el desempleo por falta de crecimiento del PIB, se produce una caída de los ingresos fiscales y obliga a los Estados neoliberales a endeudarse y destinar parte de sus ingresos al pago de intereses y a un permanente ajuste fiscal basado en la reducción del gasto, el cual repercute negativamente en la demanda efectiva y con ello en los ingresos fiscales, volviendo a ser necesario incidir año tras año en la reducción del gasto corriente.
El paso del tiempo irá mostrando la inutilidad de un dinero acumulado en la sombra que por no generar riqueza progresivamente vale menos y, con ello, la actividad bursátil termine mostrándose de nuevo como una ficción, que inevitablemente se traducirá en correcciones bursátiles que harán desaparecer el dinero improductivo del mercado real de valores.



PARADOJA ECONÓMICA DE LA EUROZONA
Del 3º trimestre del 2011 al 4º trimestre del 2012
(Fuente DAX: http://finance.yahoo.com/); (Fuente PIB: Eurostat)
Metáfora de la paradoja: Reducimos la potencia del motor de un vehículo pero éste gana velocidad.

** Banca en la sombra
Según los datos del Consejo de Estabilidad Financiera (FSB, por sus siglas en inglés) -organismo internacional que depende del G-20 y tiene la misión de vigilar el sistema financiero-, el tamaño del sector de intermediación financiera no bancaria, o banca en la sombra, compuesta por los fondos de alto riesgo o hedge funds, las empresas privadas que operan en renta variable y otras compañías de inversión, alcanzó el año 2011 los 67 billones de dólares en todo el mundo, cinco billones más de los que se registraron al comienzo de la crisis en 2007, habiendo este sector eludido hasta ahora las normativas impuestas al sistema bancario. Según las cifras publicadas por este organismo, la intermediación financiera no bancaria creció enormemente antes de la crisis, ya que pasó de suponer 26 billones de dólares de 2002 a 62 billones en 2007. Después del comienzo de la crisis, el desarrollo ha continuado. EE.UU. contaba en 2011 con el mayor sector de intermediación no bancaria (23 billones de dólares, 18 billones de euros), por delante de la zona euro (22 billones de dólares, 17,2 billones de euros) y Reino Unido (9 billones de dólares, 7 billones de euros).